Siempre demostró su farinatismo de adopción con verdadera pasión y su obra artística es también un ejemplo de su inteligencia y habilidad
Nunca olvidaré el ingenio y buen humor de Antonio Casares de la Riva, persona, por demás, bondadosa, trabajadora y amante de nuestras mejores tradiciones como el Carnaval.
Recuerdo el año que fue pregonero Fernando Arrabal, que tuvo el ingenio de disfrazarse de doble de este y era tal su parecido que yo, que estaba presidiendo la capea en la galería del Ayuntamiento, le llamé a voces para que subiera, creyendo que era Fernando, entre las risas de unos y otros.
Siempre demostró su farinatismo de adopción con verdadera pasión y su obra artística hecha en metal es también un ejemplo de su inteligencia y habilidad.
Es triste perder a un amigo y a una excelente persona como sucede en este caso, pero al menos nos queda su obra que será inmortal.
D.E.P.
Miguel Cid Cebrián
Alcalde de Ciudad Rodrigo entre 1983 y 1991