Con una mesa informativa en la plaza del Liceo se daba a conocer la realidad de la transexualidad
Iguales e Iguales USAL han celebrado este domingo el 18º Día Internacional de la Memoria Trans. Esta jornada conmemora el asesinato de Rita Hester, mujer transexual asesinada en 1998 y pretende agitar la conciencia de la población, recordando las muertes de personas trans (transgénero, travestis, transexuales, transformistas) en todo el mundo.
Desde la asociación salmantina explican que "solo este año, según el Observatorio de personas trans asesinadas, han sido asesinadas cerca de 300 personas trans en todo el mundo, unas cifras elevadísimas considerando el muy reducido número de personas trans. En España, que sepamos, hasta diciembre del año pasado han muerto dos personas trans por el odio y la persecución recibida. Lorena Reyes Mantilla, mujer transexual, murió al caer de un tercer piso al huir de una agresión por parte de un cliente en el piso que ejercía la prostitución y Alan, joven transexual de Barcelona que se suicidó por el acoso escolar recibido".
Desde su punto de vista, "estos dos casos son, sin duda, signo de aviso de muchos otros, pues la discriminación brutal que sufren las personas transexuales y la que sufren las personas transgénero, travestis o transformistas, hace que en muchas ocasiones no se consideren estas realidades como el motivo de agresión o asesinato"
Es por ello que, "es fundamental que se conciencia la ciudadanía acerca de las dificultades que sufren las personas transexuales, así como el resto de personas trans", para lo cual, este domingo el colectivo IGUALES instalaba una mesa informativa en la Plaza del Liceo.
Necesidades sanitarias
Por otra parte, Iguales quiere recordar que "la transexualidad o la realidad transgénero, así como las necesidades sanitarias de las personas transexuales, no son ocurrencias o caprichos voluntarios. Exponer como caros o innecesarios sus tratamientos, sin concienciar de su necesidad real, en una sociedad que no comprende estas realidades, les convierte, más si cabe, en blanco de ataques y discriminación, a mayores de la habitual discriminación legal, médica y social que sufren estas personas, que implica tasas de paro entre las mujeres transexuales cercanas al 90%, un sistema sanitario que no garantiza su salud que les lleva en muchos casos a emigrar o automutilarse y una discriminación social elevadísima, con consecuencias en muchos casos terribles".
Por estas razonas, llaman "al apoyo de la sociedad para que tome conciencia de la necesidad de evitar cualquier forma de transfobia, no exageramos cuando decimos que hay vidas en juego".