Mientras en el Congreso de los Diputados el PP se ha visto obligado a envainársela, retirando la candidatura del ex ministro del Interior, Jorge Fernández, a presidir la Comisión de Asuntos Exteriores, en las Cortes de Castilla y León el grupo popular volvía a someter a todos los grupos al trágala de de que uno de los suyos siga presidiendo la comisión de investigación de la trama eólica y otros asuntos turbios de la Junta.
Ni en el Congreso ni en las Cortes regionales el PP tiene mayoría absoluta, pero en estas últimas se vale de un Reglamento de acuerdo los empates en todas las votaciones parlamentarias se deshacen a favor del grupo con mayor número de procuradores. Ello permitió ayer al grupo popular imponer como nuevo presidente de la comisión eólica a Julián Ramos, sin que sirviera de nada que todos los demás grupos (PSOE, Podemos, Ciudadanos y mixto) apoyaran conjuntamente la candidatura del socialista José Francisco Martín.
Ramos, a la par que procurador alcalde de Guijuelo, sustituye en esa función a Juan José Sanz Vitorio, quién, al ser nombrado nuevo portavoz del grupo popular, abandonó dicha comisión de investigación, que había dejado de convocar desde el pasado mes de febrero. Lo peor del caso es que no parece que el nuevo presidente tenga la menor intención de reactivar el trabajo, bloqueado unilateralmente por Sanz Vitorio desde que la oposición propuso que compareciera ante la comisión el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera.
Lo ocurrido ayer ha vuelto a poner en aprietos a Ciudadanos, cuyo portavoz, Luis Fuentes, declaró, con ocasión del apoyo de su grupo a los Presupuestos de la Junta de 2016, que en lo sucesivo no aceptaría que el PP volviera a presidir ninguna comisión de investigación. De ser consecuente con esa posición, los procuradores naranjas tendrían que condicionar su apoyo a los próximos Presupuestos a la sustitución del presidente de la comisión eólica elegido ayer. Pero parafraseando al portavoz de Podemos, ocurre que Ciudadanos es a la coherencia política lo que Donald Trump al feminismo.
Y hablando de comisiones parlamentarias, la vallisoletana Soraya Rodríguez vio ayer recompensado sus servicios al "susanismo" siendo designada presidenta de la Comisión Mixta para la Unión Europea, puesto que estaba reservado al catalán José Zaragoza, represaliado por la gestora del PSOE por ser uno de los 15 diputados socialistas que tuvieron la osadía de votar "no" a la investidura de Mariano Rajoy. ¡Enhorabuena a la premiada! ¡Y que la dure!