A veces, la vida se pone pesada y duele más la distancia...
Un mes que empieza con Todos los Santos y el Día de Muertos ˗en México; en España, los Fieles Difuntos, su denominación canónica˗ ya tiene algo oscuro?
Suele hacer frío, mucho frío, y sí, hay tradiciones bonitas ˗altares, huesitos, buñuelos˗, pero siempre con algo que queda ahí? La Navidad nos puede volver un poco grinch, pero es otra cosa, aunque lo neguemos, todos solemos tener algún momento "anuncio navideño", aunque no lo reconozcamos.
En lo personal, lo negro, la muerte, la parca, la melancolía, se me ha manifestado demasiadas veces en noviembre, por lo que es un mes que asocio con recuerdos de malas noticias.
Eso sí, la vida en esta orilla inició en noviembre ˗aunque yo, como tal, llegué un 28 de diciembre˗; y en noviembre publiqué mi primer libro; debería aferrarme a eso? Sin embargo, no siempre puedo; por eso no me gusta noviembre, qué quieren.
Por si fuera poco, este noviembre de 2016 se asociará con Trump, otro mal presagio que espero que pronto se vuelva mal recuerdo? Más bien espero que los cuatro años pasen rápido y que no repita.
Pero claro, ya voy teniendo una edad, así que tampoco es que me apetezca que cuatro años pasen rápido.
Ya les digo, noviembre me pone tonto.
Empezando a escribir este artículo, me entero de que ha muerto Leonard Cohen; les juro que la alerta llegó a mi teléfono ˗que con un cable es el equipo de sonido de mi coche˗ cuando estaba sonando Take this waltz.
En lo muy personal, otra vez noviembre se pone pesado, ahora es mi suegro el que está enfermo, y Pilar en uno de esos viajes que nunca queremos hacer; este noviembre pesa el tiempo, pesa el recuerdo, pesa la distancia.
Esa distancia en la que uno piensa, que uno asume cuando vive lejos, pero que uno siente cuando la vida se pone pesada. Esa distancia que duele.
Así me pongo los 17 de noviembre?
@ignacio_martins
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