Recuerdo la anécdota de un director de banco que, en su labor comercial, se apoyaba en los buenos oficios de un singular confidente en su localidad. Cualquier transacción como la venta de cabezas de ganado, la entrega de unas toneladas de grano, o ciertos intercambios de lana, etc., no pasaba desapercibida y, con dicha práctica, se captaban clientes e incrementaban saldos en la Entidad bancaria. Lo curioso del caso era que el confidente en cuestión era "el mudo del pueblo" , una limitación que no impedía estar bien informado en su propio pueblo. Por supuesto, nadie se imaginaría aquellas habilidades del "mudo" para informar de manera silenciosa?
En otro relato, se cuenta que al comienzo del campeonato argentino de primera división en 1906, el arquero José Buruca Laforia pasó al club "Alumni" dejando al "Barracas Athletic" sin el guardameta titular. Sin duda, fue una situación de emergencia por lo que hubo que probar jugadores de campo que pudieran actuar de guardarredes. Y tal hallazgo se alejó en el tiempo. Un buen día, los hombres de "Barracas" se trasladaron a unos sesenta kilómetros para enfrentarse a "Reformer" y en esa ocasión solo se presentaron ocho futbolistas en la estación de trenes para viajar al campo rival. Por lo que hubo que improvisar con Winston Coe, uno de los socios fundadores del equipo que habitualmente actuaba como defensor.
La goleada fue de época y el equipo "Reformer" ganó por 11-0, las crónicas periodísticas elogiaron la excelente labor del portero. Lo que nadie sabía fue la alineación del portero de una manera totalmente improvisada y que el portero espontáneo era defensa y no portero. No obstante, su actuación destacada parando muchos balones evitó un tanteador escandaloso si es que el 11-0 ya no lo era. Pero, digámoslo de una vez, el repentino portero Winston Coe era "manco", le faltaba el brazo izquierdo, sin duda un ejemplo épico de adaptación a las difíciles circunstancias sobrevenidas?
Salamanca, 14. noviembre 2016.