La BBC escocesa propagó una noticia encantadora. Una muestra más del poder formativo del fútbol, del compromiso, del reconocimiento, o de la pertenencia en este caso de un niño con cinco años tan solo. Louis Kayes es un aficionado al fútbol, fan del Celtic de Glasgow, que tuvo una fiesta de cumpleaños de un amigo a la que tuvo que ir. Por tal motivo, no pudo asistir al partido de su equipo favorito ante el Motherwell.
El niño tomó el teléfono de su madre para llamar al club y contarles la situación particular por la que no había ido al Estadio: "Tenía un cumple?" Era una llamada de arrepentimiento, sentida, inusitada? Su madre Lisa aseguró que "se sentía culpable?" Porque el fútbol es su pasión y aquel partido no pudo verlo? Aquella llamada quedó registrada en el buzón de voz del Celtic y, de manera automática, un tanto fría, le dieron las gracias por llamar.
En realidad, el niño Louis hubiera querido hablar con el entrenador Rodgers o el capitán Scott Brown, para explicarles su justificada ausencia. Por supuesto, en su llamada al club les aseguró que no se perdería el siguiente partido ante el Borussia Monchengladbach. Es una historia sentimental, amable, alentadora. Y no puedo por menos de acordarme del razonamiento de Antoine de Saint Exupery: "El sentido de las cosas no está en las cosas mismas, sino en nuestra actitud hacia ellas". Son aficionados al fútbol insuperables, vean si no al hincha que celebró un gol con su equipo Gefle IF, Primera División de Suecia, cuando éste ganó a domicilio al Kalmar y, curiosamente, el aficionado se encontraba solo en la grada celebrando junto a sus jugadores, emocionado, reconfortado con el triunfo de su equipo?
http://videos.marca.com/v/0_mwo14cyn-un-equipo-sueco-gana-y-lo-celebra-con-su-unico-aficionado?uetv_pl=futbol&count=2 Salamanca, 31 de octubre de 2016.