Charo Ruano, poeta nuestra, salmantina, da palabra en su último poemario 'Temblor', de Amarú Ediciones, a la experiencia de estar o ser enfermo como sólo los poetas pueden hacerlo, expertos en sensibilidad, entrenados en empatía, solidarios con todos, pero más cuando lo han sufrido en propia piel.
'Estar enferma consiste sobre todo / en ser consciente de tu cuerpo', confiesa Charo Ruano en la página 81? y del ajeno, añadiría yo, porque 'estar enferma consiste sobre todo / en estar alerta, tan alerta / que todo, todo puede herirte'. Me di cuenta de ello cuando tuve la pierna escayolada, que salía a la calle y no hacía más que ver gente de todas las edades con escayola o con muletas. Y es que, cuando uno ha pasado por el temblor de la enfermedad, de la indefensión y la dependencia, la solidaridad es como más fácil, casi connatural. Es más posible, como dicen los norteamericanos, calzarte los zapatos del otro, de modo que los pies también te duelan.
Con todo, no es necesario caer en el abismo para comprender a los que sienten vértigo y miedo y tiemblan ante la incertidumbre. A poco que en la infancia hayamos hecho vida en el campo, quien más quien menos ha sentido temblar entre sus manos al pajarillo caído del nido antes de tiempo o al cachorro recién nacido, indefenso y perdido fuera del calorcito de la madre; o ha temblado y llorado al enfrentarse al misterio de la muerte ante el fallecimiento del perrito de casa, que ha acompañado al niño durante toda su corta vida. Y no digamos nada de los abuelos: el sufrimiento de los seres queridos también nos ha hecho temblar. No estamos predestinados a la soledad ni al vacío.
Los poemas de Charo Ruano se suman al esfuerzo colectivo de seguir humanizando la medicina. Pueden ser una buena ayuda para el personal sanitario, que por debajo de la aparente costra dura de la profesionalidad, siguen teniendo un corazón de carne, capaz de latir y temblar al unísono con el de los pacientes. También pueden orientarnos para no meter la pata cuando visitamos a un paciente y saber respetar, acompañar y animar sin zalamerías ni hipocresías ni frases hechas, que causan más daño que alivio.
Quedo a la espera de la próxima obra de Charo. Con una sugerencia editorial: los que tenemos la experiencia del temblor, tengo para mí que somos ya, por lo general, un poco carrozas?Sería de agradecer un tipo de letra un poco más grande.