¿Conoces las diferencias entre los sistemas de correo electrónico? Aprende en Salamanca RTV al Día cómo aprovechar en beneficio de tu empresa las ventajas de cada sistema de acceso a tu buzón de email
Una de las funciones de los alojamientos web (hosting), es ofrecer un servicio de correo electrónico con el nombre del dominio (del tipo info@dominio.es). En algunos casos, te ofrecen sólo correo POP, en otras también correo Web e IMAP.
En realidad, son sólo diferentes formas de acceder a tu buzón de correo electrónico para enviar y recibir mensajes, pero definirán la forma de trabajo que tienes que utilizar. Hoy hablaremos del correo POP, que hoy en día es el menos conocido por el gran público.
Independientemente de si es correo POP, Web o IMAP, antes de poder usar nuestra cuenta de correo, debemos contratarla con nuestro proveedor (sea de pago o un servicio gratuito), y usarla y/o configurarla siguiendo las instrucciones que nos indique.
Para acceder y configurarla, debemos conocer nuestro nombre de usuario (buzón) y la contraseña. Además, en el correo POP, necesitamos saber el nombre del servidor POP y el SMTP (en ocasiones ambos son iguales), y en el correo Web, la dirección de la página Web donde se gestionará.
En muchos casos, tu proveedor te ofrecerá un buzón de correo al que podrás acceder vía POP, Web y/o IMAP, como prefieras, e incluso con un método desde tu vivienda o lugar trabajo, y otro diferente desde tu teléfono móvil.
Este nombre tan musical en realidad son las siglas de Post Office Protocol (protocolo de oficina de correo), una definición bastante más anodina. El correo POP suele estar almacenado bajo un nombre de dominio de una empresa, organismo o institución, así que será del tipo info@salamancartvcaldia.com
Está pensado para usarlo desde casa (o desde el trabajo), un lugar donde pasamos bastante tiempo al día, y desde el cual queremos enviar y recibir los mensajes.
Accedemos a nuestro correo POP mediante un programa de correo electrónico (o una app), como Windows Live Mail, Outlook, ThunderBird o similares, que debe estar correctamente instalado en tu ordenador de sobremesa, portátil, tableta o teléfono móvil, y que debemos configurar con los datos de nuestra cuenta de correo.
A menudo, los buzones de correo POP suelen tener un tamaño inferior a los buzones gratuitos de correo web que regalan servicios como gMail, Hotmail, Yahoo y otros, aunque cada vez más servidores ofrecen un espacio mayor de almacenamiento.
Los mensajes se almacenan en el ordenador donde usemos el programa, y por defecto, cuando se accede al buzón, se descargan los mensajes recibidos desde la última vez que usamos el programa de correo, y se eliminan del servidor, para impedir que pueda llenarse con el tiempo.
Es como cuando bajas al buzón de tu portal a coger el correo. Si está vacío, puede ser porque otra familiar lo ha recogido anteriormente: se ha llevado las cartas, dejando vacío el buzón.
Este comportamiento se puede modificar activando un parámetro llamado "dejar copia de los mensajes en el servidor" (o algo similar), para que un compañero de trabajo u otro miembro de la familia pueda leer los mismos mensajes. En este caso, para evitar que el buzón termine llenándose, conviene activar una opción que elimina los mensajes del servidor una vez transcurridos el número de días que desees, de manera que todos los usuarios del mismo buzón hayan tenido tiempo de descargarse los mensajes.
Una ventaja de este sistema es que no requiere tener conexión a Internet para consultar los mensajes enviados y los ya recibidos, ya que están almacenados en el disco duro de nuestro ordenador. Así pues, el acceso a los mensajes anteriores y la búsqueda de información es mucho más rápida.
En próximos artículos, hablaremos del correo web y el IMAP. No te los pierdas?
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Fernando Sánchez Gómez
Diseño Web Global
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