OPINIóN
Actualizado 21/10/2016
Rosa Gónez

Isabel Paixao denunció a su marido por violencia de género, pero él (agente de la Guardia Civil), fue declarado inocente.

Es curioso además, que en este caso sepamos el nombre completo de ella pero de él no sepamos ni el nombre ni el apellido, cuando ambos fueron muertos a la vez y por el mismo arma, por cierto, el arma reglamentaria de él, y cuando además se ha decretado el secreto de sumario ¿igualdad? ¿dónde? ¿El nombre de ella sí puede trascender, pero el de él no? ¡Qué fuerte es todo!

Para mí está claro lo que ocurrió: el "agente", que tendrá una hoja de servicios intachable puesto que la denuncia de ella se archivó, primero la mató y después se suicidó. La verdad tardaremos en saberla, si es que la sabemos alguna vez.

La pobre Isabel estaba totalmente indefensa por lo mismo que todas, pero además, en su caso, por la profesión de él. Y habrá estado señalada todo este tiempo como "mujer mala", "mala mujer", "loca", y cosas peores, puesto que todos los amigos y familiares del "agente" habrán estado convencidos de que era víctima de una denuncia falsa, de esas que según los machistas hay tantas, pero que según las estadísticas reales son solo el 0,006 %.

¿Hasta cuándo vamos a seguir oyendo hablar de denuncias falsas?

#NiUnaMás

#NosQueremosVivas

Descansa en paz, Isabel, que la tierra te sea leve.

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