OPINIóN
Actualizado 20/10/2016
Isaura Díaz Figueiredo

El destino bajara y cubiletea con nuestras vidas, y ha sacado? ¡no sé de dónde! ¡Y los motivos primordiales ante otras más necesarias y de vital importancia! una nueva ley "LEY DE IDENTIDAD", en alguna Comunidad ya está aprobada, y ello da derecho a que mujeres u hombre podamos cambiar de hombre a mujer y viceversa.

Soy mujer y muy orgullosa que me siento de ser o tener éste género -femenino-.

Reivindico que no se haga "Un día a la mujer escritora". Eso ocurría en mis pueriles años, cuándo en el grueso libro de Literatura, estudiábamos, en un mini espacio, "MUJERES ESCRITORAS" y algunas firmaban con pseudónimos?mientras que dedicaban páginas y más páginas escritores masculinos.

Hoy estamos en el siglo XXI y veo con tristeza como siguen existiendo prejuicios contra la mujer que escribe; si apostamos por "la Ley de Igualdad" ¿a qué viene éste día?, me siento humillada ¿no sabía que la Inquisición había retornado a las letras, o mejor que nunca desapareció?

Ustedes cuando compran un libro ¿que buscan en él?, ¿qué esté escrito por varón o hembra, hombre o mujer?, o que el tema aporte algo a su cultura, a sus inquietudes a sus deseos de mayor formación.

Yo no escribo para ser leída por mujeres, o ser escuchada en mis programas de radio por mujeres, pretendo dar cultura, sosiego y paz, y eso no es cuestión de sexo, se da o no se da.

¿Qué me dicen de los grandes escritores o reconocidos como tales ¿ ¿esos no escriben sobre los temas mencionados y sobre pasiones amorosas? Sí, les aseguro que los Grandes han escrito sobre pasiones intensas.

La mujer no es precisamente la que vierte sus lagrimas, y soledad, en unas páginas blancas, o en una fría pantalla de ordenador, la mujer no escribe bobadas rosas y tontitas, que buscan su príncipe azul, porque el azul, sale rana, y el batracio verde, tiene el color de la esperanza para recomenzar sobre cualquier tema

¿Cuantas mujeres son Nobel en Letras?

Muy pocas, 14 mujeres, frente a un número no comparable de hombres.

Alfred Nobel, instituyó sus prestigiosos premios o galardones en su testamento, todos supimos y sabemos que no era otro el motivo qué "lavar su imagen de mercader de la muerte" labrado sillar a sillar, hasta el mismo momento del óbito, pero es esforzó y tuvo reconocimiento mundial por cambiar, y conseguir buenas cosas, premiando esfuerzo y calidad, algo positivo y necesario.

Usted cuando se acerca a la librería en busca de un libro ¿Mira la firma?, si es mujer lo deja y si es varón lo compra, quiero pensar que no, que desea saber cómo expresa temas de conflictos, guerras, genocidios, poesía, amor, pasión, crítica a la sociedad.

Deseo fervientemente que este día desaparezca de calendario conmemorativo como "algo especial". Somos mujeres, han sido mujeres interesadas y comprometidas con su siglo, y su entorno. De una vez por todas hagamos justicia a la escritura femenina.

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