El horror al vacío, la ansiedad y el miedo son sensaciones de lo más perturbadoras para el ser humano. Se ejemplifican en numerosas situaciones signadas la mayoría de ellas por la ignorancia. Desconocer algo es fuente de frustración permanente aunque haya mucha gente partidaria de que en ciertas circunstancias es mejor "no saber". Sin embargo, hay vacíos y temores que no tienen que ver con el desconocimiento estando asociados con los sentimientos como ocurre cuando acaece una pérdida. Entre todas estas circunstancias destaco la búsqueda de certezas que tanta energía consume y que tiende a convertirse en una guía terapéutica del actuar de cada día. Ocurre en el ámbito de la política y, como no podía ser de otra manera, en nuestra cotidianeidad.
Uno de los mecanismos que pretende constituirse en predictor de la andadura del comportamiento político son los sondeos. Cuando estos tienen carácter preelectoral se convierten en el faro orientador de lo que va a pasar en los comicios, tranquiliza a unos, pone nerviosos a otros y orienta estrategias de último minuto para los operadores políticos en pro de consolidar o de reinvertir la predicción. No obstante, hay fuertes evidencias de que a veces las cosas no son tan sencillas y se dan resultados con éxito opuesto. Mientras que el CIS atinaba perfectamente en las elecciones gallegas y vascas, en Colombia las encuestadoras fracasaban por completo. Hay numerosas interpretaciones técnicas para explicarlo, pero de lo que no me cabe la menor duda es que la mente antes de decidir se bloquea entre las razones y las emociones generando resultados difícilmente aprehensibles por mecanismos predictivos.
La búsqueda de certeza, o si se prefiere de seguridad, en la vida corriente lleva también a bloqueos en la toma de decisiones. ¿Quién no se paraliza un momento ante una mirada cuyo contenido no sabe descifrar, ante una oferta de trabajo que abre posibilidades, pero no una seguridad futura plena, ante un análisis clínico que no se sabe interpretar y que la opinión del especialista se hace esperar, ante el silencio de la persona amada? Se trata de explicar lo gestual; de evaluar la oportunidad para abrir nuevas vías en la existencia de uno, lo que puede ser el inicio del fin; de sopesar la incertidumbre producida por el miedo. Ahí no hay encuestas que valgan ni las consiguientes culpas a los demoscópicos, simplemente existe un vacío inherente a la vida.