Ante la posibilidad de que la falta de acuerdo obligue a convocar unas terceras elecciones, muchos han sido los que consideran que los líderes de las cuatro principales fuerzas políticas deberían asumir dicho fracaso colectivo renunciando a volver a ser candidatos. Felipe González es uno de los gurús que ha defendido esa postura, objeto asimismo de una petición a través de la plataforma change.org refrendada ya por cerca de 150.000 firmas.
Lo novedoso es que ha aparecido un diputado del Congreso que ha hecho suya dicha posición. Según comentaba el otro día Carlos Alsina en su programa de "Onda Cero", el mismo espacio en el que Juan Vicente Herrera amenazó en mayo de 2015 con pegar la famosa espantada que nunca se produjo, el diputado vallisoletano Francisco Igea, el único conseguido por Ciudadanos en las elecciones de junio, no está dispuesto a concurrir a unas terceras elecciones.
A su compañero de filas el ex diputado por Salamanca Pablo Yáñez, quien se ha pasado el último mes trabajando para su partido en las elecciones gallegas, forzosamente se le tienen que estar haciendo los dedos huéspedes. Si Igea renuncia, sería su gran oportunidad de encabezar -previo acostumbrado apaño pertinente- la candidatura de Ciudadanos por Valladolid, la única circunscripción de Castilla y León en la que el partido naranja mantiene a estas alturas posibilidades de obtener un escaño.
Yáñez, estudiante vallisoletano, se sacaría así la espina que le supuso la irrupción en el partido de Igea, quién, apoyado por su amigo Luis Garicano, el gurú en el que apoya Albert Rivera sus propuestas económicas, le madrugó el pasado diciembre la cabecera de lista por Valladolid. Esa fue la circunstancia que le obligó a mudarse electoralmente a Salamanca, donde consiguió ganar las primarias convenientemente cocinadas por el entonces delegado autonómico del partido, Luis Fuentes, el inefable portavoz parlamentario de Ciudadanos en las Cortes Regionales.
Después de haber saboreado, aunque solo fuera entre diciembre y junio, las miles del Congreso de los Diputados, Yáñez seguirá diciendo en público todo lo contrario, pero daría lo que fuera por unas terceras elecciones. Siempre, claro está, que Igea no dé marcha atrás en su intención de no presentarse a las mismas.