El pasado fin de semana tuvieron lugar en Europa dos procesos electorales que pueden resultar bastante decisivos en el desarrollo próximo de la política internacional. Se trata de las elecciones legislativas celebradas en Rusia y de los comicios regionales del Länder de Berlín. Vayamos por partes en el análisis.
RUSIA
Respecto a las elecciones rusas, el resultado se puede interpretar como un reforzamiento del partido de Vladimir Putin en el parlamento, donde ha logrado una mayoría cualificada, situándose muy por encima del primer partido de la oposición, el Partido Comunista de la Federación Rusa.
No obstante, estas elecciones han estado marcadas por una enorme abstención, hasta el punto de que la participación, del 47'8%, ha quedado incluso por debajo de la mitad del electorado. Desde luego, muy lejos del 60% de participación de hace cuatro años, o del 64% de hace ocho. Esto hace que la amplia victoria electoral de Rusia Unida (que obtuvo el 54% de los votos), quede en cierto modo desfigurada porque dicho respaldo supone el 25'9% de los rusos con derecho a voto.
En cuanto al reparto de escaños, la reformada ley electoral rusa ha permitido que el partido que lidera Putin haya logrado una amplísima mayoría en la Duma, obteniendo 343 de los 450 escaños a repartir. Este hecho ha sido posible debido a que ahora la mitad de los escaños se reparten por sistema mayoritario en las circunscripciones, y la otra mitad por sistema proporcional. Así, Rusia Unida, con el 54% de los votos, ha logrado el 76% de los escaños, mientras que el Partido Comunista, principal de la oposición, apenas se ha podido hacer con un 9% de los escaños pese a lograr el 13% del voto.
De esta manera, al haber vencido Rusia Unida en el 90% de los distritos, se ha llevado 203 de los 225 escaños repartidos por sistema mayoritario. Asimismo, se ha beneficiado en el reparto porcentual del sistema de la Ley D'Hondt y de la barrera electoral existente para optar a escaños, necesitándose un 5% del voto para ello.
Elecciones legislativas de Rusia (2016)
| NACIONAL | PROPORCIONAL (NACIONAL) | MAYORITARIO (DISTRITOS) | TOTAL EN PARLAMENTO | ||||
% Voto | Escaños | % Esc. | Escaños | % Esc. | Escaños | % Esc. | Dif. Esc. | |
Rusia Unida | 54'2% | 140 | 62'2% | 203 | 90'2% | 343 | 76'2% | +105 |
Partido Comunista | 13'4% | 35 | 15'6% | 7 | 3'1% | 42 | 9'3% | -50 |
Partido Liberal-Demócrata | 13'2% | 34 | 15'1% | 5 | 2'2% | 39 | 8'7% | -17 |
Rusia Justa | 6'2% | 16 | 7'1% | 7 | 3'1% | 23 | 5'1% | -41 |
Comunistas de Rusia | 2'3% | 0 | - | 0 | - | 0 | - | - |
Yabloko | 2'0% | 0 | - | 0 | - | 0 | - | - |
Partido de los Pensionistas | 1'7% | 0 | - | - | - | 0 | - | - |
Rodina | 1'5% | 0 | - | 1 | 0'4% | 1 | 0'2% | +1 |
Resto | 3'7% | 0 | - | 2 | 0'9% | 2 | 0'4% | +2 |
TOTAL |
| 225 | 100% | 225 | 100% | 450 | 100% | = |
Por otro lado, debido a que se necesita un 3% de los votos para poder obtener financiación estatal, estas elecciones han supuesto que ninguno de los partidos extraparlamentarios pueda optar a ella, algo que sí consiguió Yabloko la pasada legislatura.
Asimismo, es bastante significativa la caída en escaños que han tenido los partidos que constituían la oposición a Putin en el Parlamento. En este sentido, el mayor descalabro lo han sufrido los socialdemócratas de Rusia Justa, que han perdido dos tercios de sus escaños y más de la mitad de su electorado, registrando una caída de 41 escaños y pasando del 13'2% al 6'2% del voto.
No obstante, la mayor caída en número de escaños la ha sufrido el Partido Comunista de la Federación Rusa, que aun así ha logrado salvar los muebles, y continúa siendo el principal partido de la oposición, pese a haber sufrido la escisión de Comunistas Rusos y haber perdido 50 escaños, pasando del 19'2% del voto al 13'4%. Por su parte, el ultranacionalista Partido Liberal-Demócrata de Rusia, que ha perdido 17 escaños, ha logrado situarse a apenas tres asientos del Partido Comunista, tras haber aumentado en votos, pasando del 11'7% al 13'1%, viéndose favorecido por el descalabro de Rusia Justa para situarse como tercera fuerza del país.
En todo caso, los resultados de las elecciones rusas si bien suponen un respaldo importante para las políticas de Vladimir Putin, traslucen también el crecimiento del descontento en una parte importante de la población rusa, hecho del que se derivaría el notable crecimiento de la abstención.
Por otro lado, la izquierda rusa debería hacer autocrítica de su actividad en la pasada legislatura, ya que la importante caída en el voto tanto de comunistas como de socialdemócratas debería hacerles reflexionar seriamente. En este sentido, la escisión de Comunistas Rusos del PCFR y la importante caída de éste quizá apunte a que el tiempo de Ziugánov va tocando a su fin, al menos si quieren postularse como una alternativa seria a Putin en las presidenciales de 2018.
BERLIN
En cuanto a las elecciones en el estado federado de Berlín, los resultados han supuesto un serio varapalo para la canciller alemana Ángela Merkel, que ha manifestado a renglón seguido que si pudiese habría echado el tiempo atrás para ser más contundente en algunos asuntos.
En todo caso, el tortazo no se lo ha llevado solo la CDU de Merkel, sino que éste ha sido tanto o más acusado por el Partido Social Demócrata (SPD), y desde luego mucho más por el Partido Pirata, que desaparece del parlamento perdiendo los 15 escaños que poseía.
Los grandes ganadores en ascenso de votos y escaños de estos comicios fueron, sin duda, el comunista Die Linke, el ultraderechista Alternative für Deutschland (AfD) y el liberal Freie Demokratische Partie (FDP).
Elecciones estatales de Berlín (2016)
| % Voto | Escaños | Dif. escaños |
Partido Social Demócrata (SPD) | 21'6% | 38 | -10 |
Unión Cristiano Demócrata (CDU) | 17'6% | 31 | -8 |
La Izquierda (LINKE) | 15'6% | 27 | +7 |
Alianza 90/Los Verdes (GRÜNEN) | 15'2% | 27 | -3 |
Alternativa por Alemania (AfD) | 14'2% | 25 | +25 |
Partido Democrático Libre (FDP) | 6'7% | 12 | +12 |
Partido Pirata | 1'7% | 0 | -15 |
Resto | 6'3% | 0 | 0 |
Así, Die Linke (que se traduce como "la izquierda") se ha convertido en el tercer partido en el parlamento berlinés, subiendo del 11'7% al 15'6% de los votos y aumentando siete escaños para situarse con 27, a apenas cuatro de la CDU de Merkel y a once de los socialdemócratas. Este resultado se cimienta, en todo caso, en la fuerza que posee en el Berlín oriental.
Y es que los dos berlines de la Guerra Fría siguen muy presentes en el voto a Die Linke y la CDU. Así, si en el Berlín occidental la formación comunista se ha situado en torno al 9% del voto, en el oriental ha superado el 22%, rozando el 30% en el distrito de Lichtenberg. En el lado opuesto, la conservadora CDU se ha situado en torno al 13% en Berlín Este, casi la mitad del 23% que ha obtenido en la parte occidental de la ciudad. Y otro tanto se puede decir del liberal FDP, cuyos votos en el Berlín occidental (9%), duplican los del oriental (4%). En el resto de formaciones, sin embargo, no es aprecian diferencias de voto entre los dos berlines o, al menos, no de una manera tan acusada.
En todo caso, lo que resulta preocupante de las elecciones de Berlín es el ascenso de la formación ultraderechista AfD, que si bien se ha situado como quinta fuerza, ha entrado con mucha fuerza en el parlamento regional con 25 escaños y un 14% de voto, y que suma este ascenso al experimentado anteriormente en los comicios regionales de Mecklenburgo-Antepomerania, Sajonia-Anhalt, Baden-Wurtenberg o Renania-Palatinado.
Y es que el panorama político alemán está turbio, y la pregunta sobre qué sucederá en las elecciones federales del año que viene sigue siendo toda una incógnita. Las encuestas llevan meses apuntando a la importante caída que va a sufrir la llamada "gran coalición", empezando a estar en duda si la suma de CDU/CSU y SPD volverá a ser suficiente para poder gobernar Alemania, pues se situaría en torno al 55% del voto según los últimos sondeos. Pero sin duda el mayor problema que se puede dar en esa situación es que el principal partido de la oposición puede pasar a ser AfD, algo que, visto cómo derivó un hecho similar en los años treinta del siglo XX, es para preocuparse y mucho.