Vaya por delante que, para lo que sirve, que es absolutamente para nada,"El topillo" es de los que piensan que lo mejor que podía hacerse con el Senado es suprimirlo. Mientras no se proceda a una reforma constitucional que dote a la Cámara de algún contenido útil, los 52 millones de euros que nos cuesta al año suponen todo un dispendio en un país incapaz de contener el déficit y con una deuda pública superior al PIB nacional.
Ni los cuatro senadores elegidos en cada provincia ni el cupo que representa a las comunidades autónomas se han ganado nunca el sueldo. Dicho lo cual, lo que no tiene precedentes en la historia es que una comunidad autónoma, en este caso la de Castilla y León, mantenga sin cubrir durante meses -ya son mas de nueve- uno de los escaños que le corresponde cubrir en la Cámara Alta.
Con ocasión de las elecciones generales de diciembre, asistimos a una pirueta de lo mas pintoresca, cual fue que la hasta entonces senadora en representación autonómica Mar Angulo cambió ese escaño por uno de los cuatro elegidos por la provincia de Soria. Una vez constituidas las nuevas Cámaras, lo suyo hubiera sido que, en su siguiente sesión plenaria, las Cortes de Castilla y León, previa propuesta del grupo popular, hubieran procedido a cubrir dicha vacante. Sin embargo, pasó el mes de febrero sin que en ninguno de los dos plenos celebrados se incluyera el asunto en el orden del día.
A la vista de tan extraña situación, en el segundo pleno de marzo el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, preguntó directamente al presidente de la Junta sobre el asunto, recibiendo una desabrida respuesta de Juan Vicente Herrera, quien afirmó que "no cabe hablar de un retraso excesivo ni de ninguna urgencia". Pues bien, pasaron los meses de abril y de mayo, dando lugar a que se celebraran las elecciones de junio sin que el grupo popular de las Cortes tuviera a bien elevar al pleno de la Cámarapropuesta alguna para cubrir la vacante.
En julio se constituyó el actual Senado, en agosto no hubo sesiones plenarias en las Cortes, pero en septiembre se han celebrado las dos previstas y el escaño que dejara Mar Angulo sigue sin cubrirse. ¿Hasta cuando piensa mantener el PP secuestrado dicho escaño? ¿A quién se lo está reservando Juan Vicente Herrera y con qué derecho se hurta a la comunidad autónoma de uno de los tres representantes que le corresponden constitucionalmente en el Senado? Me temo que la respuesta sea la misma que recibían las preguntas de aquel semanario satírico que se llamó "Hermano Lobo"?