Aprovechemos las últimas horas de verano porque por la esquina ya se asoma el otoño.
Caen las hojas de los árboles, el sol ya no calienta y la noche tiene prisa por llegar. Toda estación tiene su encanto; pasear por el parque haciendo cr
ujir las hojas, el olor a castañas asadas, el café calentito con amigos, tardes de manta y sofá, volver a sacar el pijama de manga larga y disfrutar de largos baños de agua caliente y sales aromáticas. Así que... ¡feliz vuelta al fresquito!