La comisión de seguimiento del pacto por el que Ciudadanos permitió la investidura de Juan Vicente Herrera ha vuelto a poner de relieve las ilimitadas tragaderas políticas del partido de Albert Rivera en Castilla y León (o para ser exactos de la camarilla que, designada a dedo desde Barcelona, viene despilfarrando la enorme capacidad de influencia política con la que se encontró C's tras las elecciones autonómicas y municipales del pasado año).
En plena tormenta interna en el PP por el caso Valdeón, Ciudadanos volvió a rendir ayer pleitesía al atribulado presidente de la Junta, dando por bueno el grado de cumplimiento de unos acuerdos que, 15 meses después de firmados, no han tenido el menor efecto práctico especialmente en materia de regeneración democrática. Y ello mientras la ex vicepresidenta de la Junta mantiene su escaño de procuradora -y por ende su condición de aforada- y cuando se ha cubierto la vicepresidencia con un político que lleva 28 años ininterrumpidos ocupando cargos públicos (los nueve últimos como consejero) y la consejería de empleo con otro que ya fue consejero en el siglo pasado, volvió a serlo en 2004 y ha sido portavoz del grupo parlamentario popular desde 2.007 hasta el pasado lunes.
Tal es la consideración que le merece a Herrera lo de limitar a ocho años la permanencia de los altos cargos de las instituciones autonómicas, medida que en todo caso no será de aplicación hasta 2019. Normal por otra parte en un presidente que ha cumplido 15 años en el cargo y que gracias a Ciudadanos puede llegar a completar 18.
Para completar el escarnio solo falta que se confirme el ascenso a portavoz del hasta ahora viceportavoz del grupo popular, Juan José Sanz Vitorio, el presidente de la comisión de investigación sobre la trama eólica, que lleva más de seis meses bloqueada por su santa voluntad, con un absoluto desprecio al conjunto la oposición.
Sanz Vitorio asistió ayer, junto a Herrera, el flamante vicepresidente de la Junta y una viceconsejera a la reunión de la comisión de seguimiento del pacto, en la que en representación de la otra parte contratante tan solo estuvieron el portavoz parlamentario, el inefable Luis Fuentes, y el portavoz adjunto, David Castaño. Desconoce "El topillo" por qué no asistió el coordinador territorial del partido, Miguel Ángel González, presente, al igual que el responsable de Comunicación, Pablo Yáñez, en las negociaciones y reuniones precedentes. A Yáñez, que en junio no consiguió renovar el escaño de diputado del Congreso por Salamanca obtenido en diciembre, le ha confiado Albert Rivera la dirección de la campaña electoral de las elecciones gallegas. Así les va a ir?