No he tenido la oportunidad de conocer, personalmente, a Rosa Valdeón, pero si he tenido y tengo el orgullo de formar parte del mismo partido que ella. Comparto su filosofía política y me considero, como la ex vicepresidenta de la Junta de Castilla y Le
Nadie dudaba de que Valdeón asumiría su responsabilidad tras conocerse la noticia del incidente de tráfico que protagonizó hace unos días cuando regresaba de Madrid a su casa, pero lo que sí ha sorprendido ha sido, sin duda, la respuesta de la oposición ante su dimisión.
Personalmente, tenía claro desde el primer momento que la presentación de la dimisión ante Herrera y la renuncia a sus cargos en la Junta era cuestión de horas. No porque el regidor autonómico se lo fuese a exigir, sino por la coherencia política que siempre ha pedido, y ha aplicado consigo misma y con los suyos, la popular zamorana.
El gesto la honra, es un ejemplo de cómo se deben asumir los errores, aún sin ser siempre conscientes de ellos, y la sitúa muy por encima de otros líderes políticos, cuya "depuración" de responsabilidades cuando se han visto implicados en casos, de corrupción, de tráfico? de cualquier índole, ha sido poco visible, por no decir inexistente.
No me extrañaría que esto que voy a decir le siente mal a más de uno, quizás a bastantes, pero el ejemplo que ha dado Valdeón al dimitir lo deberían seguir muchos otros, pero muchos, políticos de nuestro país, incluidos sin duda compañeros del Partido Popular.
Si queremos que la gente confíe en un proyecto político, si queremos que se recupere la buena imagen de nuestros ediles, concejales y parlamentarios y queremos desvincular, de una vez por todas, la actividad política de la corrupción y de la falta de responsabilidad ante actuaciones poco estéticas, hay que empezar a trabajar en nuestras propias filas.
Hemos visto la reacción, entre otros, del Secretario de Podemos en Castilla y León, o de algunos procuradores y cargos políticos de la oposición, ensalzando los valores, los principios y el listón de la responsabilidad política de Rosa Valdeón, lo que deja aún más claro y despeja de manera más rotunda las pocas dudas que hubiera sobre el aprecio y la buena imagen que la gente tenía y tiene de la política castellanoleonesa.
No quiero que deje de ser procuradora autonómica, porque la gente la votó y confió en su proyecto, en el proyecto del Partido Popular de Castilla y León, y quería que estuviese en el Parlamento Autonómico para desarrollar, junto al resto de procuradores, las medidas con las que los populares concurrimos a las elecciones del pasado mayo de 2015.
Puede que me equivoque, pero estoy convencido de que si hoy Rosa Valdeón se presenta a unas elecciones, saldría elegida de nuevo. Por un motivo muy simple: la gente se fija en el ejemplo que transmiten los que dicen querer ser sus gobernantes, y desde luego, ante un error, no hay mejor ejemplo que el de Rosa (permitidme el tuteo).
Quiero terminar como empecé, ensalzando sus valores, poniendo por bandera sus principios e invitando a seguir su ejemplo a tantos de nuestros políticos. Su dedicación a la Junta, sus magníficas políticas de empleo y el tesón y valentía con que ha afrontado la Vicepresidencia y la Portavocía de la Junta son dignos de elogio.
Mucho ánimo en este camino, y perseverancia en tu tarea de servicio público a todos y cada uno de los habitantes de estas tierras castellanas.