Viento del norte que trae fortalezas,
Brisa del sur que amolda sentimientos,
Aire que estremece al aire
En amores sustentado.
Caudal de arroyos silvestres,
Unidos en fuente de fertilidad inmensa.
Encinas que asientan sus poderosas raíces
En antiguo suelo esperanzado.
Soplo ardiente disgregado en cientos de colores
En este caleidoscopio etéreo
Que se convierte en fuego luminoso e inspirador.
Aire, agua, tierra y fuego
En sólido equilibrio.
Rayo de luz que atraviesa el aire,
En el agua resplandece
Y alumbra la tierra toda.
Los cuatro elementos en esencia depurados
Como promesa de nueva y portentosa vida.
Nunca estarán solos;
Seremos testigos eternos de su alegría franca
Y de su compromiso generoso.
Que Dios les ayude y les bendiga siempre.