Miguel Elías: “Puse a caminar a Cervantes y a Don Quijote por nuestras calles y plazas; todo un...

¿Desde cuándo viene trabajando en su serie 'El Quijote de Salamanca'

En el año 2005 cuando comencé mi serie de dibujos, pinturas y grabados "El quijote de Salamanca". Dicha serie nació, creo yo, del contacto con los poetas amigos y del continuo paso junto a la placa que cuelga de la plaza de Anaya de nuestra ciudad, la misma que dice: "Salamanca que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que la apacibilidad de su vivienda han gustado". Dicha serie surgió fruto de los múltiples interrogantes que día a día me iban minando: "¿Siendo Salamanca cuna de la lengua y previsiblemente habiendo vivido en ella Cervantes, cómo no hay un Quijote de Salamanca?".

¿Cómo fue el proceso de abordaje de su proyecto?

Sin lugar a dudas, la tarea en principio fue dura por los antecedentes pictóricos con que tal empresa contaba: Gustavo Doré, Picasso, Daumier, Dalí, y un largo etcétera de grandes maestros. Pero me puse manos a la obra un septiembre festivo del 2005. Comenzó con un par de lecturas del Quijote; siguió con la lectura de sus novelas ejemplares manchadas de pintura por su uso en el estudio y termino con numerosos bocetos -en mis cuadernos de apuntes- de lo leído y lo imaginado. He de confesar que puse a caminar a Cervantes y D. Quijote por nuestras calles y plazas, todo un disfrute.

¿Entonces pasó de los bocetos a los lienzos??

?Así fue. De los cuadernos pasé a los lienzos y planchas de cinc y cobre, y he de confesar que lo que surgió de un atrevimiento, me dio y da tanto que dicha serie, después de más de 200 obras creadas, sigue todavía sin finalizar. Al comenzar la serie, lo primero que hice fue interrogar al modelo, el propio Cervantes, algo así como qué quisiste hacer y porqué, y también he de decir que terminé interrogando a Don Quijote, su creación. Comenzaron a salir entre líneas, formas y tonos figuras del caballero poeta. En cada trazo dibujado y pintado se acumulaban mil respuestas a mis interrogantes. Y cada trazo se convertía en una certera respuesta que me llevaba a preguntar más y a pintar más y más rápido. Lienzos nítidos de presencias poéticas que había leído y permanecían acurrucadas en mi interior mientras leía los textos de Cervantes. Poco a poco, mientras llenaba mi estudio de Sanchos y Quijotes, intentaba hacer visible su espíritu para quien los contemplara. Surgía cada trazo y cada pincelada con una fuerza y una energía que me asustaban. Y he e resaltar que en cada nuevo lienzo cervantino experimentaba la eternidad de su figura cada vez más nítida y clara. Descubría que su existencia y figura a lo largo de los siglos no podía definirse ni trazarse por el tiempo de una manera definitiva, porque son transcendentes, dioses en un mundo de humanos.

Último Don Quijote, pintado el 23 de abril

¿Llegó a pensar que la serie parecía no tener fin?

Cierto. Al pasar dos años comencé a preocuparme, pues me decía a mí mismo: 'tengo que cerrar ya esta serie'. Pero la necesidad y el ansía por encontrar 'la imagen' de ese caballero de la triste figura, eran más potentes que mi voluntad. Y he acabado por reconocer que la serie "El Quijote de Salamanca" es una de las pocas cosas que no tiene fin en mi estudio. De hecho, a fecha de hoy, sigue en construcción creativa, después de unas 200 imágenes creadas, muchas de ellas fuera de mi estudio y de Salamanca, en colecciones privadas e instituciones. Y aun cuando comienzo una de ellas, dicho caballero se me presenta como un libro abierto de mil posibilidades. Y cada nueva pintura, cada nuevo dibujo, se convierte en una forma de indagar su figura y su palabra, para descubrir la mía.

Sabemos que ahora mismo está terminando una serie de bocetos y pinturas del mismo Miguel de Cervantes. ¿Cómo ha surgido este nuevo retorno, esta vez en torno al creador del Quijote?

Mi querido amigo-hermano, el poeta Alfredo Pérez Alencart, quien sabe mucho de estas inquietudes y reflexiones mías, ya que las ha vivido junto a mí, suele solicitarme muchas colaboraciones para sus proyectos a una y otra orilla del castellano y del portugués, En esta oportunidad se trata de la portada y las ilustraciones interiores de la antología 'El Hidalgo poeta', que se presentará dentro del XIX Encuentro de Poetas Iberoamericanos, el cual se celebrará el 18 y 19 de octubre en el Teatro Liceo y demás locales salmantinos.

Y claro que me sumé a su esfuerzo por reivindicar al Cervantes poeta, algo que a Cervantes le dejaría lleno de satisfacción. Sólo un poeta, puede escribir una obra como El Quijote.

Medallón de Cervantes, de Miguel Elías

¿Cómo lleva este encargo? ¿Ya lo tiene terminado?

Tengo varias piezas terminadas, pero todavía pienso seguir insistiendo. Dejemos cabalgar durante este encuentro al caballero de la triste figura por la Plaza Mayor y la Plaza de Anaya. Disfrutemos con una charla con Cervantes en la Cueva de Salamanca o en la Fonda Vera Cruz. Yo me sentaré a los pies de la escultura de Fray Luis de León, frente a la portada de mi querida Universidad, con mi cuaderno de apuntes en mano, preparado por si veo pasar a Sancho y al caballero de la triste figura, camino de visitar en la Casa del Rector a mi querido D. Miguel de Unamuno, para charlar y discrepar sobre su "Vida de Don Quijote y Sancho".

Ya entiendo por qué se le conoce como 'El pintor de los poetas'?

Ja, ja? Ese apelativo lo estampó Alfredo Pérez Alencart, lo cual me llena de mucha satisfacción. Siempre he estado al lado de los poetas y he retratado a más de trescientos de España, América, y Portugal, sin contar las más de cincuenta portadas de poemarios que he ilustrado. La penúltima salió impresa en Panamá, obra del notable poeta Manuel Orestes Nieto, Premio Casa de América de Poesía; y la última acaba de salir en Santiago de Chile, un excelente libro premiado, obra de la poeta madrileña Carmen Palomo.

La verdad es que sobre esta excelente unión, tendría que repetir una frase que Sarah Emily Miano anota en su libro sobre Rembrandt: "Lo que le vale al poeta, le vale al pintor?".

Entrevista de Mauricio Cifuentes