OPINIóN
Actualizado 03/09/2016
Fernando Sánchez Gómez

El revuelo que ha causado Nintendo con su juego de realidad aumentada y numerosos aficionados cazando pokemon por todos lados, se une a la enésima polémica acerca de los videojuegos y su efecto en el cerebro.

Pokemon Go

Las acciones de Nintendo subieron de modo espectacular cuando se publicó su nuevo juego para teléfonos móviles, que está causando sensación en todo el mundo, aunque posteriormente la cotización bajó al quedar claro que el impacto social no traería consigo un aumento proporcional de los beneficios de la empresa.

Desde el 15 de Julio no puedes comprarte un móvil sin giroscopio y sin la suficiente potencia y memoria RAM para ejecutar Pokemon Go, tus hijos se rebelarían.

Como es habitual en el mercado para móviles, el juego Pokemon Go es gratuito en su nivel básico, pero si quieres progresar más rápido o conseguir determinadas ventajas, puedes comprar diferentes objetos y funciones adicionales.

Realidad aumentada

En la pantalla de su móvil, los jugadores pueden ver la imagen real captada por la cámara trasera del smartphone, en la que aparece además uno de los simpáticos monstruillos virtuales, como formando parte de la escena.

Esta técnica, denominada "realidad aumentada", existe desde hace algunos años, pero no había sido popularizada hasta ahora. En los próximos meses y años veremos numerosas aplicaciones de esta tecnología, especialmente en el campo de la publicidad.

Me viene a la memoria la película de ciencia ficción "minority report" (2002), en la que anuncios publicitarios personalizados se mostraban en forma de holograma delante de cada ciudadano según iba desplazándose por la ciudad:

En el mismo film, así como en Matrix Reloaded y otros, podemos ver también cómo los personajes interactúan con los sistemas informáticos manipulando con sus manos imágenes proyectadas en 3 dimensiones.

La polémica con Pokemon Go

Como nunca llueve a gusto de todos, las hordas de jugadores caminando de un lado a otro con la vista fija en sus móviles intentando descubrir algún pokemon, está causando molestias en diversos lugares públicos y privados catalogados como "pokeparadas".

Si bien este reclamo puede venir muy bien para algunos comercios y establecimientos que pueden aumentar su clientela, en otros casos, pueden molestar a usuarios y clientes de centros sanitarios, estaciones de transporte público, etc. La siguiente fotografía muestra un cartel en una iglesia francesa, harta de que jóvenes jugadores se paseen cazando monstruos:

Si ya muchos adolescentes caminan despistados mientras leen su correo o se comunican por Whatsapp, la aplicación de Nintendo añade otra distracción más. Empresas de transporte y mensajería prohíben explícitamente a sus empleados jugar a Pokemon Go mientras conducen sus vehículos, y algunos ciclistas provocan accidentes por buscar los simpáticos monstruitos.

Los efectos de los videojuegos sobre el cerebro

Después de cada atentado terrorista cometido por un radical y/o loco aislado, vuelve a indagarse si era aficionado a videojuegos violentos. Por suerte, la inmensa mayoría de jugadores no comete ningún crimen ni está más chiflado que el resto de ciudadanos, pero la polémica está servida.

Diversos estudios científicos arrojan resultados llamativos sobre la influencia de los videojuegos sobre la inteligencia y el comportamiento. Investigadores y educadores discrepan sobre las ventajas e inconvenientes de usar juegos de ordenador no sólo en el tiempo libre, sino incluso dentro de las aulas. Analizaremos estos estudios en un próximo artículo.

Fernando Sánchez Gómez

Imágenes de Pokemon Go: Nintendo.
Fotogramas de Minority Report: 20th Century Fox / Dreamworks Pictures

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