LUMBRALES | Se corrieron tres de los cuatro novillos previstos, y la manada se disgregó tras que uno de los astados despuntara e hiciera parte del recorrido guiado por corredores
La carrera con tres de los cuatro novillos previstos de Ignacio López-Chaves, y que uno de ellos despuntara del resto de los hermanos, deslució el cuarto y último encierro de las fiestas de Lumbrales, celebraciones que tuvieron la noche antes un toro de cajón por cortesía de la Asociación Tauroarribes y que dejaría una excelente nota entre los aficionados, generando un gran ambiente en las calles de la villa.
Así, a las 12.30 de este martes llegaba el cuarto encierro de las fiestas, festejo en el que corrieron tres novillos, bien presentados y de capa negra, que llegaron al coso primero uno y segundos después el resto con los mansos, también partidos en dos grupos. Otro de los motivos por los que este último encierro resultó un tanto deslucido fue por la merma considerable de tanto de corredores como de público.
Como suele ser tradicional el último día, al finalizar el encierro de los novillos se celebró un encierro de vaquillas. Para esta tarde está previsto un concurso de recortes, de la mano de Arte Charro, y el espectáculo Balancín y Don Tancredo.