OPINIóN
Actualizado 30/07/2016
José Fermín Rozas

Estos días, como parece habitual los últimos años, reverdecen las críticas a la gestión de la Diputación Provincial sobre el Recinto Ferial de la Carretera de Portugal. Se han encadenado una serie de actuaciones cuando menos incomprensibles durante varios años, los que el actual presidente ocupa el cargo. Y todas con costes discutibles para los presupuestos de esa entidad, dinero público aportado a través de impuestos.

Una parte de ese recinto era más que necesaria, lo que conforma el Mercado Regional de Ganados, con actividad semanal. Desde luego que pasar en un abrir y cerrar de ojos de lo que había a principios de los 80 a unas instalaciones como las actuales, fue como saltar de repente de la Edad Media a finales del siglo XX. Resulta más discutible lo que podíamos denominar como instalaciones para la Feria Monográfica, nombre que todavía muchos tienen en mente. Es resultado de aquella fecha mágica, el 2002, aunque cuanto más tiempo pasa parece otra ocasión perdida. Costo un dinero, en este caso "privado" (¿se acuerdan de las Cajas de Ahorro?) que está muerto de risa 360 días de cada año. Y todos los años se hace algo nuevo, pero según parece somos incapaces de sacarle más partido.

Es algo muy salmantino. Como le ocurre al CAEM, puesto que parece que el minúsculo, incómodo y reinventado Teatro del Liceo cubre las necesidades culturales de la ciudad según el entender municipal. ¿Se acuerdan del Teatro que pretendía construir la entonces Caja Duero?, el tiempo hace innecesario casi hasta el propio CAEM. O el Palacio de Congresos que languidece con el paso de los años. El Auditorio de San Blas tampoco abre mucho. Y la Iglesia de San Cristóbal esta siempre cerrada, pero montan una miniexposición sobre el románico tapando la entrada más interesante de la iglesia de San Martín. La lista puede alargarse, sobre todo en la provincia.

Estas reflexiones me alejan de mi objetivo principal, el despilfarro en la Diputación, simbolizado en Salamaq. Que intentaba relacionar con la Carretera de Salamanca a Matilla de los Caños, que las circunstancias me han obligado a utilizar últimamente. He podido comprobar que pasado el Hospital de los Montalvos, está llena de profundos baches. Sí, yo también he cometido el error de pensar que era de titularidad provincial. De ahí esa relación con ese despilfarro o falta de capacidad de gastar sus propias previsiones. Y descubro que es municipal (de varios Ayuntamientos) o no se sabe, pero quien actúa sobre ella es la Diputación.

¿Hasta cuándo mantendrán esa ficción de carreteras que pertenecen a instituciones que no pueden mantenerlas y que al final, tras mucho llorar, arregla la Diputación? Acaba de ocurrir con la carretera entre El Helmántico y Villamayor, perteneciente al "indigente" Ayuntamiento de Los Villares. Como usuario me importa un pito a quien pertenece, es un servicio público que debe prestarse en debidas condiciones, y no tener que jugarse la vida por una discusión administrativa. Sobre todo cuando quien termina actuando sobre esa carretera malgasta en otras cosas, como por ejemplo construir un aparcamiento que nadie necesita (cuando ya existe uno enorme), o despidos caprichosos. Mientras, ciudadanos se juegan el tipo conduciendo por una carretera llena de cráteres como la de Salamanca a Matilla de los Caños, que pertenece? ¿a quién?.

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