OPINIóN
Actualizado 19/07/2016
Redacción

Llegó hace un año a la consejería con el marchamo de ser un acreditado catedrático de Derecho Constitucional que no militaba en el Partido Popular, lo que hizo concebir un nuevo enfoque a la política educativa de la Junta, caracterizada por arrimar el ascua a la sardina de la enseñanza privada y privilegiar a la jerarquía católica en detrimento del laicismo que proclama la Constitución. Desde Tomás Villanueva a Juan José Mateospasando por Javier Álvarez Guisasola, la larga mano del Opus Dei se ha dejado notar en la gestión de los sucesivos consejeros de Educación.

Sin embargo, lejos de romper con esa línea, Fernando Rey se dispone a profundizar en ella con su propuesta de crear Departamentos de Religión en los Institutos de Educación Secundaria de la comunidad. Una iniciativa que la consejería va a llevar la próxima semana a la Comisión Permanente del Consejo Escolar y que, según ha denunciado el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza, no ha sido objeto de interlocución sindical precisamente porque los profesores de Religión son personal laboral seleccionado directamente por la Iglesia de turno (de momento exclusivamente la católica) sin someterse a ningún tipo de oposición ni concurso.

Los que esperaban de Rey cierto desmarque con la línea más ortodoxa del PP ya se vieron decepcionados con su actitud ante la LOMCE y la aplicación de sus polémicas pruebas de reválida. Pero a decir verdad no esperaban semejante paso atrás hacia un modelo de enseñanza confesional propia del nacional-catolicismo, algo que tal vez tenga explicación en el conocido síndrome de hacerse perdonar la independencia en el que a menudo incurren los políticos que acceden al cargo público sin militar en el partido que gobierna.

Mientras el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, ha pedido ya a la Junta que renuncie a la propuesta de crear los Departamentos de Religión, el procurador de IU, José Sarrión, enmarca la iniciativa dentro de "una deriva neoconservadora que parece querer recuperar sus añorados principios del Movimiento de la época de la dictadura".

Todo lo contrario que la vicepresidenta y portavoz de la Junta, Rosa Valdeón, quien ha despachado estas críticas con la simpleza de que responden a un "debate ideológico". Como si la propuesta de la consejería careciera de carga ideológica? El argumento es digno de aquel consejo que Franco dio a un alto jerarca de su régimen: "Haga usted como yo, no se meta en política".

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