Con la construcción de este palacio, Luis XIV, intentaba mantener bajo su control a nobles y funcionarios del gobierno. El palacio de Versalles se convirtió en el símbolo europeo del absolutismo, en el que, además, se desarrolló un programa artístico muy ambicioso en torno a él, convirtiéndose en centro cultural europeo.
Todos conocemos el Palacio de Versalles, que fue residencia de Luis XIV o Rey Sol, de Luis XV y de Luis XVI. Este complejo arquitectónico fue ordenado construir por Luis XIV, el cual fue hecho a su medida, y mostraba su capacidad, su poder y su imagen.
Con la construcción de este palacio, Luis XIV, intentaba mantener bajo su control a nobles y funcionarios del gobierno. El palacio de Versalles se convirtió en el símbolo europeo del absolutismo, en el que, además, se desarrolló un programa artístico muy ambicioso en torno a él, convirtiéndose en centro cultural europeo.
Desde su creación, este emblemático lugar ha estado siempre ligado al arte y a la música, cumpliendo desde sus orígenes una función tanto artística como política.
Por los pasillos de este Palacio pasaron los artistas más brillantes de la época absolutista como Jean Baptiste Lully o Jean-Philippe Rameau, y permitió la eclosión de nuevos estilos. Este marco, configurado por las artes, fue el escenario de las fiestas más admiradas: teatros, óperas, ballets, fuegos artificiales, espectáculos ecuestres, náuticos y banquetes.
Actualmente, el Palacio de Versalles sigue siendo un gran escenario de la vida cultural y artística tan rica y variada, acogiendo una selección de espectáculos, como: óperas, conciertos, ballets, espectáculos de agua, serenatas, bailes de disfraces y exposiciones de arte contemporáneo.
Son muchos artistas de renombre los que vuelven a dar vida a los espacios más hermosos con creaciones clásicas y contemporáneas.
En relación a las artes musicales, este Palacio actualmente ofrece unos espectáculos dignos de ver y sentir, entre los cuales se pueden destacar: "Las Grandes Aguas Musicales"; que invita a los paseantes a recorrer el corazón de los jardines de Versalles, que el Rey Sol tanto apreciaba, observando el ballet acuático al son de la música de Lully, el "Ballet al aire libre" en sus fantásticos jardines, acompañado de la suntuosa música de Gustav Mahler, y un espectáculo a cargo del famoso pianista Lang Lang (embajador del Palacio de Versalles), que propone un programa homenajeando a Chopin en el bosquecillo del Salón de Baile.