LUMBRALES | Este año recogieron las placas Manuel García Sánchez, de 89 años de edad, y María Hernández Ayuso, de 91 años
El todavía presidente de la Asociación Liminares de Lumbrales, José Herrero García, recibió ayer el reconocimiento de los jubilados por sus 17 años de dedicación a este colectivo de más de 400 afiliados.
A esta dedicación Pepe Herrero ha volcado "mucha ilusión, mucho trabajo" y siempre con una gran amabilidad y generosidad, como reconocieron las personas que ayer intervinieron en el emotivo Homenaje, que por sorpresa ofrecieron al presidente de los jubilados, en el transcurso de la Fiesta que la asociación Liminares celebra cada año el día de San Pedro.
Entre los intervinientes estuvo el alcalde de Lumbrales, Pedro Sánchez, quien anunció el nombramiento de José Herrero García como Presidente de Honor de la Asociación Liminares; un gesto que el homenajeado recibió con emoción, así como la palabras de reconocimiento a su labor que, entre otros, expresaron también Agustín Villoria, compañero en la directiva, Teresa Robledo, presidenta de la Asociación de mujeres Villa de Lumbrales y Angel Miguel,director del Coro de Lumbrales del que forma parte Pepe Herrero.
El reconocimiento a una labor bien hecha se hizo extensivo al resto de las personas que han colaborado durante años junto con Herrero en la directiva de la Asociación de Jubilados, especialmente a Agustín Villoria, Nicanor y Claudio Mateos -ya fallecido- y a Tere, la mujer de José Herrero.
El acto finalizó con la entrega de una placa al todavía presidente de los jubilados ?que dejará el cargo en unos meses- y un ramo de flores a su esposa, además de emotivos y cariñosos abrazos.
Placas a los Mayores
Por otra parte, y como viene siendo habitual cada año, se entregaron sendas placas conmemorativas a los socios de más edad. Este año recogieron las placas Manuel García Sánchez, de 89 años de edad, y María Hernández Ayuso, de 91 años.
La jornada festiva de San Pedro se inició con una misa, seguida de convite y una comida de fraternidad a la que asistieron más de 180 personas.
Después de la comida, los jubilados pudieron participar en juegos tradicionales, como los bolos y la rana.
Y al atardecer todos se reunieron en el hogar del jubilado para disfrutar de un gran baile, amenizado por una animada charanga.