Por más que lleva todo lo que va de campaña lanzándole, día tras día, todo un repertorio de dardos dialécticos, el candidato socialista, Pedro Sánchez, no consigue ni bien mal que su contrincante de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, responda con ningún contraataque. "No soy yo, Pedro, no soy yo, es Rajoy el adversario?", repetía una y otra vez el segundo cuando el primero cargaba contra él durante el debate a cuatro.
No hay forma de que Sánchez escuche de Iglesias otra respuesta que esa fraternal mano tendida que le ofrece para forjar un pacto de progreso tan pronto las urnas dicten su veredicto. Pero hay formas más sutiles de tomarse la revancha y ayer el líder de Podemos la encontró colmando de elogios a José Luis Rodríguez Zapatero, quien no es precisamente santo de la devoción socialista de Sánchez.
"Le tengo mucha admiración a Zapatero, creo que ha sido el mejor presidente que ha tenido nuestra democracia", le dijo ayer a Pepa Buenoen el programa "Hoy por hoy" de la cadena Ser. Y además de eso reveló que mantiene con el ex presidente socialista una relación política de tal confianza que "procuro preguntarle cuando tengo dudas sobre problemas importantes, le mando un mensaje y siempre me atiende, se lo agradezco mucho".
Después de los sarpullidos causados en el seno del PSOE por su alusión a la "cal viva" de Felipe González, esta familiaridad entre Iglesias y Zapatero dejó descolocada ayer a la cúpula de Ferraz. Y llueve sobre mojado, ya que Sánchez tardó semanas en enterarse de aquel primer encuentro que Zapatero e Iglesias mantuvieron a finales de 2014 en el domicilio madrileño de José Bono. A raíz de aquello, y del desmarque del actual secretario general del PSOE hacia la reforma exprés del artículo 135 de la Constitución, la relación entre ambos quedó muy deteriorada
Los elogios de Iglesias hacía el ex presidente se han producido justo un día antes de que Zapatero y Sánchez compartan un acto electoral, que no es otro que el protagonizarán esta tarde en Valladolid. Ocasión que ni pintada para conocer qué opinión le merece al primero la sospechosa admiración que le profesa el líder de Podemos.