Cuando entra en la piscina, sus pensamientos
se quedan fuera del agua. Ese mundo lo espera
a la orilla. Casi se convierte en otro hombre,
o se hace un barco, un automóvil acuático
surcando la superficie con una ingeniería.
Su ser discurre por otros cauces
y saluda a los vagabundos y los miserables
de todos los tiempos, porque se sumerge
en una eternidad sin esquinas.
Teje una historia con cada brazada
abierta al amor. El misterio sin nombre
se vuelve a él y lo mira a través de un 1500?
El sábado 11 bajó de una barca y se fue a un pueblo
donde solo se veían piedras y pájaros.
Fotografía: Claire Pantin
Poema: Juan Ángel Torres Rechy ~ Contacto: torres_rechy@hotmail.com