"La vida aquí es muy dura, desconocen qué va a pasar", lamenta Ángel García, director provincial de Cooperación Internacional de la ONG en Salamanca, desde Skaramagas y Ritson
"La atención que Cruz Roja y el Ayuntamiento prestan a los refugiados no resta un euro a los salmantinos que se encuentran en dificultades". Es uno de los principales mensajes que Jesús Juanes, director de Cruz Roja de Salamanca; Cristina Klimowitz, concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades y Javier Vicente, coordinador provincial de Cruz Roja han querido transmitir en una jornada en la que la ONG recibe a una familia siria de cinco miembros, procedentes de los campamentos de refugiados griegos. Cinco refugiados que huyen de un país en guerra pero que no son los primeros que llegan a Salamanca con el apoyo de Cruz Roja, que ya ha atendido a otras tres familias procedentes de Melilla, de la que una sigue en la ciudad. Esta acogida es el resultado del pacto firmado entre Ayuntamiento, Diputación, Cruz Roja y Accem para la ayuda a los refugiados.
"Salamanca tiene recursos para acoger a 20 refugiados o más"
"Nuestro compromiso es acoger a 20 personas" ha afirmado Jesús Juanes, recordando que la ONG tiene capacidad para 612 plazas en 18 provincias españolas, a las que ya están llegando refugiados de Grecia. En lo que va de año, indicó, han llegado a Grecia unas 190.000 personas, 46.000 desde el cierre de la frontera, con un 60% de niños y más de 1.300 fallecidos intentando llegar a suelo griego. En la misma línea, Cristina Klimowitz ha asegurado que el Ayuntamiento "tiene recursos suficientes para garantizar la atenció e integración de estos 20 refugiados o más, Salamanca está preparada".
Y es allí en el país heleno donde Ángel García, director provincial de Cooperación Internacional en Salamanca, trabaja desde hace dos semanas en el campo de refugiados de Skaramagas y Ritsona, con 3.000 personas, 800 familias y un 40% de menores. En una conexión en directo, ha explicado el día a día de su labor centrada en la atención sanitaria -pediatría, maternidad-, atención psicosocial -por los dramas humanos que arrastran los refugiados procedentes de Siria, un país devastado por la guerra, Afganistán o el Kurdistán- y la promoción de la higiene con el fin de garantizar unas condiciones dignas de vida. Allí, manifestó Ángel García, trabaja un equipo de 20 delegados de Cruz Roja entre los que se encuentran médicos, enfermeras o psicólogos. "La vida es muy dura porque no sabe qué va a pasar con sus vidas".
En este sentido, lamenta que los refugiados que quieren solicitar asilo o el estatus de refugiado tienen que esperar un año porque es un trámite que realiza ACNUR de manera individualizada, caso por caso, con una entrevista personal.
El mayor éxodo desde la II Guerra Mundial
Unas 190.000 personas han llegado a Europa, fundamentalmente a través del mar este año (más de 1 millón en 2015). La Cruz Roja y la Media Luna Roja de 28 países están respondiendo a la crisis con más de 96.000 miembros, entre voluntariado y trabajadores. Hasta el momento han llevado a cabo más de 770.000 intervenciones en salud (incluyendo asistencia médica, primeros auxilios y apoyo psicosocial); ha distribuido 7.660.000 paquetes de alimentos; 1.740.000 mantas, ropa y sacos de dormir ; 650.000 kits y material de higiene ; o llevado a cabo 340.000 apoyos en conexiones de wifi, entrega de móviles o cargadores. Cruz Roja Española participa en esta operación humanitaria con personas refugiadas y migrantes y focaliza su intervención en Grecia, Croacia, Serbia y Líbano, país en el que comenzó a trabajar con refugiados en 2013.
Fotos: Alejandro López