OPINIóN
Actualizado 23/05/2016
Redacción
Aunque, salvo por causas imponderables o motivos sobrevenidos, la voluntad de las principales fuerzas políticas era la de presentar para el 26 de junio a los mismos candidatos que concurrieron en diciembre, al final, salvo el PSOE, todos se han visto obligados a introducir más retoques de los previstos. Lógicamente los que más Podemos e IU, que por cierto han dejado para el último día, hoy lunes, la presentación de las listas de "Unidos Podemos" por las nueve circunscripciones de Castilla y León.
En principio, en el PP no se esperaban otras novedades que la obligada sustitución de los anteriores números dos al Congreso por Segovia y por León, puestos ocupados el 20-D por el excomulgado cunero-comisionista Pedro Gómez de la Serna y por el ex vicecalcalde de Madrid de origen berciano, Manuel Cobo, quién, tras haber ocupado el puesto rechazado por el anterior cabeza de lista por León, Alfredo Prada, renunció nada mas ser elegido por motivos de salud.
Isabel García Tejerina
Sin embargo, la inesperada renuncia de otro número dos -la del médico José María Eiros, que había sido la gran novedad en la lista del PP por Valladolid- ha dado lugar a una escaramuza interna de mayor alcance del que ha podido parecer. La vacante dejada por Eiros reabría la posibilidad de que la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, encabezara la lista por Valladolid, tal como ella misma hubiera deseado en diciembre, cuando por decisión personal de Mariano Rajoy terminó recalando en el puesto número tres por Madrid.
Lo significativo del caso es que no ha sido ella la que ha dado la batalla por trasladarse de lista, sino Juan Vicente Herrera, quién solicitó a Rajoy que Tejerina se mudara al frente de la lista vallisoletana, lo que hubiera relegado al segundo puesto a Tomás Burgos, el secretario de Estado de la Seguridad Social.
¿Qué interés tenía Herrera en forzar una operación que ha puesto de relieve su nula influencia sobre Rajoy, con el consiguiente desaire que ello conlleva? El movimiento ha de interpretarse en clave de sucesión, pero no de la del propio Herrera, sino de la presidente provincial del PP de Valladolid, Ramiro Ruíz Medrano, quien tiene decidido no presentarse a la reelección.
Su irrupción como diputada por Valladolid habría alfombrado el camino de García Tejerina hacia la presidencia del PP vallisoletano, incorporándose por esa vía a la estructura territorial del partido en Castilla y León, buena parte de la cual es hoy por hoy más afín al vicesecretario nacional de organización, Fernando Martínez Maillo, que al propio presidente autonómico Esa era la operación que se frustró en diciembre y que ahora ha vuelto abortar Rajoy.
Mario Amilivia
El desembarco de García Tejerina por Valladolid tampoco era del agrado de la también vallisoletana Soraya Sáez de Santamaría, quien no olvida que la actual ministra de Agricultura lo es por haber sido la mano derecha de su antecesor y actual comisario europeo Miguel Arias Cañete, destacado miembro que fué del influyente grupo de ministros (García Margallo. Ana Pastor, Jorge Fernández y, hasta su cese, José Manuel Soria) enfrentados a la vicepresidenta. Sea como fuere, el hecho es que Herrera ha fracasado estrepitosamente en el intento de trasladar a Tejerina a la lista por Valladolid.
Por el contrario, la posición del presidente autonómico ha resultado determinante a la hora de resolver la vacante dejada por Cobo, puesto al que aspiraba el veterano político leonésMario Amilivia, quien en 2017 concluye sin posibilidad de prórroga su mandato al frente del Consejo Consultivo. Amilivia contaba con el respaldo del tándem formado por el alcaldeAntonio Silván y el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, y no suscitaba el rechazo -al menos declarado- del otro tándem del PP leonés, el formado por el número uno al congreso y presidente provincial, Eduardo Rodríguez, y el actual secretario del Senado,Luis Aznar. Pero la negativa de Herrera a tocar en estos momentos el Consejo Consultivo ha dado al traste con las aspiraciones de Amilivia. Y no habiendo otra alternativa, se ha optado simplemente por dejar correr la lista y ascender a la anterior numero tres, Carmen González Guinda.
En Segovia, donde lo que no se quería bajo ninguna circunstancia era el desembarco de un nuevo cunero impuesto desde Génova, la situación se ha solventado repescando al ex candidato a la alcaldía y anterior portavoz municipal, Jesús Postigo, quién, pese a haber declinado volver a ser candidato en las pasadas municipales, ha visto recompensado los antiguos servicios prestados.
En Ciudadanos la forma en que se han borrado para junio tres de los seis cabezas de lista (Ávila, Segovia y Zamora) que no fueron elegidos en las pasadas elecciones ha puesto de manifiesto el grado de oportunismo con el que muchos ficharon por este partido. De paso, la forma de sustituirlos, a dedo desde los órganos nacionales, ha vuelto a evidenciar la facilidad con la que el partido de Albert Rivera se salta por el forro sus cacareadas primarias.
Rocío Blanco
Ciudadanos afronta estas elecciones en Castilla y León con expectativas a la baja, ya que, además de resultar el gran damnificado por la elección de un escaño menos en León, la coalición "Unidos Podemos" frustra sus expectativas de hacerse con un diputado en Burgos.
Como se indicaba al comienzo, "Unidos Podemos" ha esperado hasta el último día para presentar sus listas, que en algunas provincias no han estado exentas de dificultades. En Zamora, donde IU volvió a rechazar la coalición en la segunda consulta, serán dos afiliados de Benavente partidarios de la confluencia, Sheila Sánchez yCésar Cocho, los que ocupen los segundos puestos de la coalición al Congreso y el Senado. Y en Palencia, la única provincia en la que Podemos ha cedido a IU el número uno de la lista al Congreso, encabezará la abogada laboralista Rocío Blanco, que ya hizo el propio el pasado 20-D al frente de "Unidad Popular".
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