Vamos a situarnos.
10 de junio, 23 horas, Béjar. Salamanca.
Una pequeña mochila a la espalda, un frontal para iluminar nuestros pasos.
Va a comenzar la prueba, la Ruta Vetona, 100 kilómetros nos aguardan.
Unas deportivas, mi mente lleva preparándose desde hace meses para afrontar este reto, concentración, silencio, mi pensamiento: "Con diabetes también se puede", pienso en mi familia, en mi equipo DT1, en mis amigos? "va por vosotros".
El pistolín da paso a la aventura, David Moro será mi bastón, yo seré su bastón.
Son 100 kilómetros, no son nada, sólo pasos por caminar, por correr; sendas, pinos a los que aferrarme para subir, piedras que amortigüen mi bajada, sudor frío, paz.
15, 16 horas sin tregua, agua, alimento, con diabetes también se puede, resuena el himno de mi esfuerzo, mi compañero, tengo tiempo para pensar en quienes están guiando a mis piernas, el objetivo no son los 100.000 metros, el objetivo soy yo.
Este año he pensado en reforzar mi ánimo con una brisa de aire fresco, este año, caminaré, correré con la ilusión de ser parte de la manada, de dejarme llevar por las ilusiones de quienes corren conmigo en esta viaje, "va por vosotros" por los niños y jóvenes de Aviva, deportistas con capacidades extraordinarias.
David Moro y Pedro Gallego. En el minuto 5 y 32 segundo podéis poner cara a ambos en la edición del pasado año en el siguiente enlace.
http://rutavetona.es/nuevos-eventos/unas-imagenes-para-ir-abriendo-boca/
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Vemos la meta, 100 kilómetros no son nada, son sólo un paso más.