Este extraño neologismo se está abriendo paso desde hace años para describir una realidad nueva y que por eso mismo hasta ahora no tenía palabra con la que ser nombrada. Y no deja de ser curioso que sí exista destiempo, que al fin y al cabo es pariente próximo. Desde hace unos años los sociólogos (el sociólogo francés Michael Foucault, inspirador del mayo del 68, abrió ya hace medio siglo este camino) han venido hablando del no-lugar y de la Heterotopía en el sentido de que la ciudad moderna se fija más en el espacio que en el tiempo y en su historia; es otra cuestión, pero no ajena del todo a la que en estas líneas quería yo plantear.
Pueden llamarse así, deslugares, algunos espacios actuales contrarios a lo que eran los lugares humanos. El lugar da identidad, te relaciona, es historia viva, tiene personalidad, la recibe y la da; el deslugar es la nada andante, es la ausencia sin asomo de presente ni de futuro; el lugar está habitado y en él el ser humano es la medida de todo y la armonía integral su objetivo, el deslugar puede tener a nadie o a mucha gente pero en todo caso ni son ni están ni se les espera; la realidad se oculta tras velos del momento.
Vivimos ya una época en que el mundo y la sociedad se experimentan menos como vida que se desarrolla a través del tiempo que como una red que comunica puntos y teje su red (su web) como una malla. Es, o como si fuera, una mezcla aleatoria entre GPS y Washap (¡también existe ya desde hace un año WhatsApp web!)
Y creo que algo de todo esto está en el secreto del enorme éxito de una novela como La chica del tren (el libro más vendido en España y en Europa el último año), donde todo es un puro "deslugar", el tren, el trabajo al que va cada día, el lugar sin referencias donde se desarrolla la acción, la supuesta realidad que ve cada día desde la ventanilla, la chica misma? Quizás estamos todos ya en un "deslugar".
No hay espacio para más, pero que conste que todos estos recorridos ponen en duda, o casi anulan, la realidad inmediata y que pueden fundar sobre esa duda un saludable apetito de trascendencia. O la trascendencia o la nada. Nunca se sabe.
Una guía turística de algunos deslugares de Salamanca
Ni que decir tiene que rodeado de deslugares el ciudadano tiene a veces dificultades para estar en su lugar, ponerse en su sitio y vivir con buena salud ciudadana en su lugar natural en medio de una ciudad viva. En ello estamos, compañero.