CANTALPINO | La lluvia da vida a humedales, charcas y arroyos, en los últimos años secos y yertos
Después del pálpito de las lluvias de abril, los resecos arroyos y charcas del término municipal de Cantalpino han vuelto a recobrar la vida que tuvieron décadas atrás. A su alrededor, como un remanso verde y fresco, los sembrados conservan la humedad de la tierra, que en algunas zonas todavía huele a mojado, aroma de lo que empieza en lo que acaba. Sol y agua que transforma la semilla y el aire que brota limpio y renovado con la lluvia de primavera.
En las fotografías, de Jesús Barbero Alonso, los humedales próximos a los pagos de Revilla
(Jclp)