Se trata de una estructura que sostiene dos ventanas separadas entre sí por una pirámide de espejos, que representa dos estados que se comunican
La artista cántabra Isabel Victorino ha donado a la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Salamanca una de sus obras. Se trata de una estructura de 220 centímetros de alta por 124 de ancha, que sostiene dos ventanas separadas entre sí por una pirámide de espejos. Cada ventana representa dos estados que se comunican.
Toda la escultura abierta, ubicada en la planta baja del Edificio FES, pretende ser soporte de expresión (escrita, plástica y conceptual) borrable y modificable en su mensaje y forma.
La técnica empleada como soporte es pintura de pizarra sobre madera en gamas verdes, grises y negra. Por lo tanto, es una obra interactiva cuyo objetivo es que sea el sujeto el propio autor y receptor. Pretende ser un soporte para una comunicación viva. La parte de la ventana negra está pulida por lo que es la única zona de la obra que no se puede pintar con tiza.
Para su autora, "representa el estado y paso a la muerte y a la ausencia, donde el uso de la palabra ya es innecesaria", aunque según sus palabras, "al final el significado puede variar para cada uno".
Fotos de Alejandro López