Muchas se hace el ciudadano de a pie, el que va en coche también, del mismo modo el que se aventura a correr la ciudad en bicicleta, mi vecino de al lado y hasta el señor del paraguas negro; y casi todas versan sobre el estado de la nación, ésta llamada España, y el cansancio mayúsculo al que estamos sometidos por culpa de los políticos que padecemos; se salvan tres o cuatro que van por la vida pública con la normalidad a cuestas. Dos (a preguntas me refiero) ha hecho estos días Podemos a sus afiliados, que quieren, desean y están dispuestos a darles cancha a todos como muestra de democracia interna universal.
Son como dos preguntas de cajón: queréis que gobierne el PSOE con Ciudadanos, la una, o apostáis en mayoría, la segunda, para que los hagamos nosotros (Podemos) con Pedro Sánchez (socialistas). Y se quedan tan frescos, de mucha enjundia son, oiga, es lo que necesita este país para que todo deje de andar manga por hombro. Tropecientas mil respuestas se esperan a través de las redes sociales y este lunes 18 de abril -tras cuatro meses mareando la perdiz que dicen los populares- nosotros habremos dado con el quid de la cuestión, con la respuesta adecuada a este 'sin vivir en nosotros'. En el ínterin, que dicen los cultos, aparecen 'los papeles' y se abren las cárceles.
Imaginen ustedes aquellas preguntas que de niños nos hacíamos (la una) "de qué color es el caballo blanco de Santiago?" o (la otra) "blanco y migao?". No son preguntas nada complicadas, ni preguntas trampa, en la pregunta se esconde con palmaria claridad la respuesta. Cómo se nos iba a ocurrir, escuchadas con tranquilidad, buscar el color del equino o saber lo que desayunamos por las mañanas. Pero contestar, amigos, que en ello nos va el futuro, el reloj corre deprisa, se nos acaba el tiempo, andamos sin gobierno? y preguntando, además de ir a Roma, encontramos un Gobierno, un Presidente, algunos Ministros y, tal vez, un poco de tranquilidad.