Ando mal de tiempo y entro un instante a tomar un café en el bar de Emilio. No he desayunado y hojeo la prensa sin apenas detenerme en la letra pequeña. Los titulares me llevan al (ex)ministro(enfunciones)Soria. Me hierve la sangre.
Me da rabia que nos traten como idiotas. Me da rabia que su mensaje siempre sea el mismo, el yo no sabía, el soy inocente, el me he enterado por la prensa.
Pienso que son unos cobardes incapaces de reconocer la verdad. Creían que todo el monte es orégano. Presumían de estar por encima de la ley, y lo están la mayor parte del tiempo. El dimitir sí que es un caso aislado.
También están por encima de nuestras conciencias: millones de votos se lo permiten.
No son casos aislados, no. Es una forma de ser, es el estilo. Es lo que les unifica y les define.
Entra Emilio, el camarero, en el bar y maldice al ministro. Ahora que había decidido volver a votar al PP, Ciudadanos vuelve a contarle bonitas baladas en la oreja.