La localidad acogía un año más este ya clásico encuentro que congregaba a amantes de esta prenda llegados desde multitud de lugares y que, a pesar de la intensa lluvia, no desaprovecharon la ocasión de disfrutar de un día de hermandad
Ni la intensa lluvia ni los paraguas para resguardarse de ella, ni tan siquiera el intenso frio pudo con las ganas de lucir con elegancia las capas una año más en Santiago de la Puebla para celebrar la gran fiesta anual que los amigos locales de esta prenda organizan cada año junto a amantes de esta histórica creación castellana de toda la provincia, y que este año llega a su decimocuarta edición.
La de este año pasará a la historia como una de las más participativas ya que este sábado se daban cita en la localidad en torno a 300 capistas llegados desde Aravaca, Madrid, Ciudad Rodrigo, Guijuelo, Ávila, Valladolid, Bejar, Alba de Tormes, Salamanca, Plasencia, Zamora, Toro y Segovia, todos dispuestos a desafiar las inclemencias del tiempo y disfrutar de una intensa jornada de hermandad que daba comienzo bajo los soportales de la Plaza Mayor. Allí, los sones de la dulzaina sirvieron de perfecto acompañamiento para disfrutar de un aperitivo de bienvenida en el que no faltaron los ya clásicos 'cuquillos', dulces realizados expresamente para la ocasión y que hicieron las delicias de capistas y visitantes.
La solemnidad llegaba en la iglesia parroquial donde tuvo lugar una solemne eucaristía. Tras la homilía llegaba el vino de honor como paso previo a la comida de fraternidad y posterior fiesta celebrada en Peñaranda, celebración que se prolongaba hasta bien entrada la noche.