OPINIóN
Actualizado 31/03/2016
José Javier Rodríguez Santos

Todas las mujeres lo saben, la maternidad marca de forma imborrable el cuerpo de la madre. No hace falta hacer ningún esfuerzo para observarlo. Ahora bien, lo que no todos conocemos es que, además, quedan otros rastros más profundos a nivel celular.

Una madre tiene células vivas con los cromosomas de sus hijos en muchas partes de sus órganos vitales. Eso es a lo que llamamos microquimerismo, la presencia persistente en un organismo de células genéticamente distintas a las suyas.

Un equipo de patólogos del Centro Médico de la Universidad de Leiden, en Holanda, realizó un experimento con muestras de tejidos de 26 mujeres embarazadas de un varón y que habían muerto durante el embarazo o días después de haber dado a luz. Buscaban células masculinas en los cuerpos femeninos y las encontraron en el corazón, en el riñón, en el cerebro?

También, en 2012, Robert Martonen (Covance Biomarker Center of Excellence en Greenfield, Indiana, EE.UU) afirmó que "el vínculo entre la madre y su hijo es más fuerte que de lo que se piensa" porque había descubierto células de los hijos presentes en el cerebro de la madre, según se recoge en un artículo de la revista Scientific American.

El microquimerismo es algo común entre los mamíferos placentarios, según afirman diversos investigadores de la Universidad de San Francisco, California en una comunicación publicada en octubre de 2015 en la revista Bioessays.

Educación, vida y maternidad

No me cansaré de recordarlo. Llega la primavera y el currículo escolar de naturales y biología aborda diversos aspectos sobre la reproducción. En los artículos arriba indicados los experimentos se llevaron a cabo también en ratones obteniendo similares resultados.

Si estudiamos en profundidad estos temas, ¿por qué no trasladamos a los escolares a su realidad más cercana? En cursos superiores, se estudia la célula, sus partes, los cromosomas, el ADN? ¿Qué mejor manera de realizar una enseñanza significativa que vincularla y contextualizarla con las vivencias de los escolares? Educar sobre el misterio de la vida humana es indagar sobre enigma oculto en el cuerpo de la propia madre.

Te dejo, querido maestro y profesor, estas referencias por si te sirven a la hora de preparar tu programación de aula. Sé valiente y habla bien de las cosas buenas.

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