Han pasado semanas desde el día de la mujer, y ahora que ha pasado la marabunta, me apetece hablar de ello.
Las redes sociales nos han abierto un gran mundo en el que compartir opiniones y pareceres, pero también han dado paso a las críticas desde el anonimato o "a la cara", pero en cualquier caso, olvidando las reglas no escritas del respeto y del sentido común. No creo necesario un día de la mujer, así como tampoco veo necesarios muchos "días de", pero en cualquier caso, son respetables. ¿Por qué no hay un día de las personas? Sin embargo, ya que nos han dedicado un día (por motivos históricos de los que no caben duda) vamos a aprovecharlo.
">Me parece hasta tonto tener que recordar, que nuestro día son todos los días, que tenemos unos umbrales de aguante y superación dignos de estudio, que a pesar de todas las piedrecitas en el camino, pedrolos, rocas, icebergs, baches, obstáculos o muros que nos podamos encontrar (o nos quieran poner), tenemos claro que hemos venido para seguir en pie. Que quererse mucho es la base de todo lo que tenga que venir y que no es tanto lo que venga, sino cómo le planto cara. Que nosotras mismas somos a la vez nuestras peores enemigas, pero si te alías contigo, puedes ser la mayor de tus victorias. Que no importa la fecha del calendario, ni los madrugones, ni los sacrificios, ni los esfuerzos, ni lo que decidamos emprender; pues con toda seguridad, si lo hacemos por nosotras, lo conseguiremos. Que la máquina está en marcha y que no hay quien nos pare. Que no me basta con igualdad, que quiero respeto. Que tú seas, tu prototipo de mujer.
Feliz semana y? ¡a quererse mucho!