La oscuridad se ha hecho luz, hoy celebramos que Cristo ha resucitado. Esperar no es tiempo perdido; creer no es ilógico, hoy celebramos que es posible comenzar de nuevo.
Hoy, hablamos de esperanza, y eso tiene que moverse dentro de nosotros, tiene que movernos y hacernos partícipes. Metidos de lleno en una sociedad a veces del desánimo para buscar nuevos caminos, hoy celebramos que sí hay otros caminos, sentimos la necesidad de abrir nuevas vías hacia ese nuevo horizonte.
Tras los atentados de los últimos días, me siento en medio de un mundo sin conciencia y sin amor, donde impera la violencia, el crimen y la destrucción. Un mundo envuelto en atentados con miles de víctimas y guerras. Ojalá este año de la misericordia, Cáritas pueda ser como un oasis, que entre todos construyamos zonas liberadas donde vivir la comunidad, los derechos y seguir trabajando por la justicia, comenzando desde lo sencillo y lo cotidiano.
Que no dejemos de hacernos preguntas y sigamos, como dice nuestra campaña, dejando huella.
Ester Berzal