"Begin the beguine" ("Volver a empezar"), además de ser una canción de Cole Porter, no me disgusta como banda sonora de mis andanzas: por esto del columnismo marxista grouchista y por la vida. Un cambio ?del que ustedes no se enteran? con respecto a la columna y un reinicio laboral me han puesto a pensar sobre ello: hete aquí este artículo sobre sí mismo; metaartículo, pues, reiniciando; algo que todos deberíamos hacer, de vez en cuando, para no anquilosarnos.
Estos textos son un intento de entender y entenderme, de explicar y explicarme? Busco ser unos ojos salmantinos ?podrá haber otros, claro? en este México maravilloso que a veces no sabe contarse o, por lo menos, no sabe venderse del todo; y cuando digo "venderse" es en el buen sentido, que en el otro no hay que venderse nunca, como dice Luppi en Lugares comunes.
Siempre procuro pensar desde la perspectiva de quien tiene dos patrias sin gustarle el patriotismo; hago lo posible por ser ameno y agradable, sin dejar de pensar a fondo y, sobre todo, de cuestionar todo, empezando por uno mismo.
Sigo queriendo defender el respeto, sin dejar de ser lo más políticamente incorrecto que pueda.
Aún no he tenido crisis de fe en la palabra. Considero, todavía, que es una fuerza bruta y que cuando no es tan bruta, puede ?y debe? cambiar el mundo; para intentar mejorarlo, claro.
Por todo ello, considero que el respeto debe empezar por la palabra misma? Por sus usos y costumbres, hay que conocerla para jugar con ella. Hay que entender sus reglas para romperlas si queremos. Si no, no estamos creando sino imponiendo unas reglas propias.
Escribir de cualquier manera, no poner acentos, puede no afectar, del todo, a la comunicación, ni siquiera al mensaje? Pero sí transmite que nos da igual el idioma, esa propiedad que compartimos con tantos? porque las lenguas son, genuinamente, de quienes las usan, de quienes las hablan.
Y si lo propio no lo respetamos nosotros, menos lo respetarán otros?
Y tampoco terminarán por tomarnos muy en serio a nosotros? O nos tratarán a "trump?adas" (gracias, don Óscar Espinosa, por sus artículos; de uno de ellos tomo este "neologismo") .
Lo dicho, dos orillas? Y alrededores.
@ignacio_martins
https://www.facebook.com/ignaciomartinescritor
nachomartins (Instagram)