Hoy nos hemos despertado con ganas de sorprenderos. Vamos a poner vuestra imaginación y creatividad en funcionamiento a través de algunos libros que la dan una vuelta al formato impreso y lo presentan como una creación interactiva, sorprendente y muy actualizada en manos de grandes artistas.
El primero es Vento, un libro inspirado en técnicas que nos devuelven al origen del cine. Esta obra de Virgilio Villoresi con ilustraciones de Virginia Mori estudia la íntima relación que se establece entre imagen y movimiento al jugar con las páginas de un libro. Como si sobre él soplase el viento?
En nuestra segunda recomendación la tecnología juega un papel importante. La colección se llama Playful Books y tiene origen en Japón. Presenta libros en los que, al utilizar el teléfono móvil como "motor", las páginas cobran sonidos, ruidos extraños y llamadas de atención que sorprenden al lector. Juega con la idea de utilizar los dispositivos móviles como complemento de los libros, y no al contrario.
Y también llega de Japón, pero esta vez sin tecnología de por medio, este libro que juega a crear siluetas interactivas de luz a través de la técnica del pop- up. Se llama Motion Silhouette y explora de forma muy inteligente la forma en la que los elementos de cada página interactúan con el papel y con la experiencia lectora.
Por último os añadimos aquí nuestra recomendación favorita. Y como no podía ser de otra manera, no son libros creados muy lejos ni por especialistas, aunque por supuesto que sus autores son artistas también. Nuestros libros más fabulosos con los formatos más increíbles son los que realizan los niños con los que trabajamos, poniendo toda su imaginación y creatividad en el empeño y regalándonos auténticas joyas que abarcan el juego con el papel, con el color, con el texto y con la imagen de forma totalmente libre y creativa. Con ellos nos despedimos y os invitamos, como no, a que saquéis el artista que lleváis dentro y perdáis el miedo a crear porque todos, sin excepción, podemos construir cosas fabulosas.
Feliz domingo, curiosos.
Rebeca Martín