Un folio en blanco ante mi, listo y preparado para ser escrito, pero...
¿Están las nuevas oportunidades en Salamanca?
Hace ya 20 años que esta ciudad me cautivó, sus calles, su gente, hasta tal punto que estoy orgullosa de decir que soy casi charra, que mis hijos han nacido en esta tierra, que yo soy charra aunque sea de adopción, sin embargo veo, por mucho que moleste verlo, que esta no es ciudad de grandes oportunidades...
Desde fuera se ve todo fácil...cualquiera que nos visita sea de donde sea, le cuesta asimilar que en una ciudad como esta no exista apenas capacidad de negocio mucho más allá de la restauración.
Y que decir del pode adquisitivo de las familias...muy por debajo de ciudades infinitamente más pequeñas...sin embargo los precios de los alquileres están entre los mas caros de España, la mayor parte de los productos más básicos cuestan lo mismo y los pocos locos que han (hemos) adaptado los precios a la realidad local, apenas sobrevivimos...
¿Qué estamos haciendo mal?
¿Por qué nos auto ponemos tope?
Un tope aparente pero que ahí está...
El tope que obliga a algunas empresas a buscar mejores plazas, mejor asfaltadas y cuidadas, donde poder seguir caminando, sin prisa pero sin encallar...
No hace falta ser un genio para que al pensar esto que escribo, a uno le vengan nombres de empresas y empresarios Salmantinos, que ya no viven en Salamanca o sus empresas, y con ellas la riqueza que generan, se marcharon...
Salamanca en este sentido agoniza, lentamente camina a una muerte no lejana, perdida entre riquezas basadas en alquileres y bares de copas, y eso no es lo peor...
...lo peor es que parece que no nos importa...