El hombre, de 74 años de edad, no pudo superar las graves heridas sufridas tras ser arrollado por el coche y caer de cabeza sobre el arcén
El hombre de 74 años de edad que era atrropellado en la tarde de ayer en la rotonda de Palomares, en Béjar, fallecía horas después en un hospital de Salamanca como consecuncia de las graves lesiones sufridas en el accidente.
Sobre las causas del siniestro, y que ha desembocado en un trágico suceso, el hombre fallecido paseaba por la antigua N-630 cuando el vehículo -que iba en dirección Béjar y no cómo dijimos ayer en dirección Salamanca, equivocación producida por la posición del coche sobre la cuneta-, perdió el control, según los testigos, por exceso de velocidad. Contra esta versión se posiciona la ofrecida por la familia del conductor, que sostiene que el hecho sucedió "por esquivar a dos señoras que paseaban por el interior de la rotonda", y por el sol que en ese momento le deslumbró. Así, el coche giró sobre sí mismo, y después de dar varios tumbos se situó sobre el arcén, llevándose por delante al peatón S.G.G., de 74 años, que fue arrollado y levantado del suelo para caer de cabeza. Aunque fue estabilizado en el lugar, entró en el hospital de Salamanca con pronóstico muy grave y no pudo recuperarse de las heridas sufridas.
A pesar del desgraciado suceso, el azar quiso que este incluso no fuera mayor, pues el fallecido, residente en la calle Recreo, acostumbraba a pasear junto a su esposa, por ese mismo lugar, casi todos los días.