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OPINIóN
Actualizado 02/03/2016
José Amador Martín

Si hay un paraíso, un jardín secreto, más allá de nuestras miradas, son los jardines de las almas? los jardines secretos de los sueños? aquellos que permanecen en los paisajes de nuestras mentes. Cada vez que volvemos a ellos sentimos la misma emoción? las mismas pasiones? de la mano de nuestros propios sentimientos, a veces ayudados por una música, o por los silencios?  por un cielo que nos resguarda o por una ciudad a la que amamos?todos los caminos, conocidos o no,  nos llevan a nuestro propio jardín, a nuestro paraíso y no nos podremos resistir porque son nuestra propia vida

Círculos de Luz,

dibujados en el jardín

que giran bajo mis pies

y por encima del aire

 

Se abren los senderos

sobre el centro permanente

de todas las miradas.

 

Horizonte de sueños

impaciente de esferas

donde la música del hombre

es alma sutil

de encantamientos.

 

Presencia permanente

fuego y dominio de luz

encendido en los muros

abiertos

de un atardecer único y disperso.

 

Y el espacio abierto

igual que un libro,

de imposibles sueños

o de sueños magníficos

de ángulos de luz

cubiertos de pinceles

reflejo de las almas

en las estancias del aire.

 

Como ala extendida

flotando bajo la campana azul

vértigo del cielo y de la tierra

entre el sueño y estancias invisibles.

 

Y luego está el jardín

como un cuerpo que se recorta en sombras,

en sus soles de compactos rayos

ceñidos en el líquido cristal que lo rodea

 

Fuera brota la primavera

de las ramas tendidas del invierno.

Cielo oculto, memoria de encantamientos jardines de delicias o de sueños, todo es posible en el existir del arte de cada día, nacido de los espíritus que viven en los valles de la quietud y  las colinas del asombro, también de la melancolía, en las torres secretas de la ciudad? en las cuevas ocultas que la surcan por el aire infinito de la memoria, de los días y las noches.

Reflejarlos o no es el la creación y la recreación de los artistas que son aires de pasión, alma de todo lo que nos rodea, entre el cielo y la tierra, aéreo o subterráneo, universo y eterno, almas enamoradas de unos pinceles de unas telas? de la imaginación? Enamoramiento de las mentes de los soñadores  del siglo XXI

Voy por donde quieras,
tú me llevas,  ciudad
he ido contigo, y vuelvo.
y no quiero nada,

ni siquiera aquello
que ayer era un sueño.

 

Todo es espuma de lo lejano
las voces, rojas y verdes

los aterciopelados pétalos

de las rosas que se mecen en el jardín
secretos del día y la ciudad.

 

Vencido y ceñido a ti

voy dócil a tu voluntad

voy en tú juego

de luces y sombras

para jugar y huir,

 

porque tú me llevas

secuestrado a lo eterno

y te haces ansia y oleaje

crin de caballo

galope por el viento
alma de mi ciudad.

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