No sé por qué, pero pocas veces se valora adecuadamente el trabajo de los agricultores y ganaderos. Ya que ellos son los grandes intelectuales del medio y son los pequeños y medianos agricultores y ganaderos los que están muy abandonados por la Administración, y muchos de ellos si salen adelante es a costa de trabajar de sol a sol.
Ellos son los que con sus arados peinan en campo marcando los surcos, los que preparan y miman estos hermosos campos donde han de brotar y crecer las mieses, para con sus frutos poder cada día tener el pan en nuestra mesa, las papillas del recién nacido o del anciano, son ellos los que cuidan y mantienen nuestros bosques, los que podan las milenarias encinas (Quercus ilex) y robles (Quercus robur), cuya madera calienta los hogares, los que mantienen la ganadería de vacuno para poder degustar esos filetes llenos de proteínas, y con la leche poder desayunar cada día, tomarnos el yogur, o saborear un buen queso, y no digamos con nuestra estrella de la alimentación, el cerdo ibérico; de alguien con gran sensibilidad e inteligencia leí la siguiente frase, "Amarás al cerdo sobre todas las cosas, y a su gastronomía como a ti mismo", tomar un plato de jamón ibérico con un buen vino, es algo excelente para disfrutar en buena compañía.
Los agricultores y ganaderos, están presentes con su esfuerzo, en nuestra existencia vital de cada día.
Ellos se ocupan de la investigación que ha de centrarse en optimizar los recursos, el respeto al medio ambiente y el ahorro energético.
Siempre están en la búsqueda de una mejor producción que le aporte mayores beneficios y conseguir alimentos más sanos y nutritivos para el consumidor.
Es gracioso que su hábitat sea la tierra, mientras que siempre están mirando al cielo, y es que su futuro depende mucho de la climatología, una tormenta a destiempo puede arruinarles la cosecha, o una sequía pertinaz, lo mismo.
Los agricultores y ganaderos, tienen todo mi reconocimiento y agradecimiento, y su trabajo hay que ponerlo en valor como pilar vital de la subsistencia y el bienestar de la población.
Andrés Barés