OPINIóN
Actualizado 20/02/2016
Matilde Garzón

Ante la abalancha de noticias, situaciones, expectativas, confusiones y desiluciones, coctel tan variado de oponencias, que nos impiden -según Felipe González- saber "a dónde vamos y quiénes somos" me resisto a escribir sobre algo tan dificil de analizar,  iluminar, opinar, algo que es confuso para todos y para lo que parece no haber solución. Si no ¿por qué no tenemos ya un nuevo presidente de gobierno?

Los prohombres de la política que, a pesar de abultadas equivocaciones en su vida, todavía pasan por cabezas lúcidas, sólo sueltan frases  de cajón o incongruentes como las últimas de Felipe González: "el PSOE o el PP no deberían impedir que el otro gobierne", o sea, que Pedro deje que el PP siga en el poder. A él le repetía Aznar como un mantra: ¡Váyase, González!

Por otra parte a este ilumninado le parece que ninguno puede gobernar porque "no cree que exista una mayoría progresista y reformista"; y me digo: ¡vaya fe en su partido, vaya fe en España!.  Califica de "irresponsable" a Rajoy pero qué incongruencia al afirmar que "para las reformas que España necesita hay que contar con el PP". ¿En qué quedamos?

Que un expresidente del partido socialista, con más de 100 años de historia obrera ejemplar, aceptara percibir como Aznar  además de los 80.000 euros brutos anuales y con carácter vitalicio, de los Presupuestos Generales del Estado como expresidente,  el sueldo de 126.500 como asesor de  Gas Natural Fenosa, no dejó de ser un escándalo para la pobleción y de alguna manera cuestionó su honradez socialista, pues asesorar tales empresas es utilizar un capital informativo público, recibido  como presidente de la nación,  en empresas capitalistas, privadas. Si esto lo hiciera un Pablo Iglesias se le emparentaría con Franco, Estalin o Hitler o el ricachón de China.

La corrupción que parecía cosa de la crisis, sigue golpeándonos y hasta parece que se ha instalado definitivamente pues cada semana, nos sorprende, o  ¿ya no nos sorprende nada?, con nuevos casos tipo Gurtel que parecía que el PP estaba liquidando. Valencia no acaba, ahora con 24 detenciones y 29 personas, altos dirigentes imputados del PP. Los  indicios apuntan, además, a la exalcaldesa de Valencia, la gran Rita Barberá y al exvicepresidente económico de la Generalitat, Gerardo Camps. Uno de los cabecillas de la trama es Alfonso Rus, presidente de la Diputación desde 2007 a 2015 a quien hemos visto presumir en la televisión.

La crisis, el deficit, la desigualdad, la pobreza que afecta a varios millones de españoles, tiene causas que no acaban de salir a la luz, pero que una de ellas está aquí y en Suiza y en las Bahamas y otras islas remotas que han sustituido al paraíso edémico por estos paraisos fiscales que se nutren de la corrupción.

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