Qué difícil es conocernos a nosotros mismos. Hemos acabado unas fiestas de carnavales sin demasiada tradición en Salamanca. Exceptuando los de Ciudad Rodrigo por supuesto.
Pero yo no me refería a ese tipo de disfraz. Me refiero a qué personalidad nos da la plenitud. Sentirnos bien con nosotros mismos para algunos depende de su familia, amigos, pareja, creencias religiosas, trabajo, etc.
Yo no sé vosotros pero yo tengo muchas veces la sensación de conocer hombres y mujeres enmascarados.
Nos disfrazamos de trabajadores y buenos ciudadanos. ¿Pero somos sólo eso?.
¿Conocemos y estamos en paz con nuestros verdaderos sentimientos?. Tengo la impresión de estar cada vez más confundido. Me confunden los sentimientos de quienes me rodean y los míos propios.
Justamente hoy dicen que es el día de San Valentín, sabemos del lado comercial de cualquier evento pero también se puede usar como herramienta educativa. Parece que la celebración viene de un médico romano que se hizo sacerdote y lo hicieron mártir por casar soldados estando prohibido.
Quizá los que buscamos más obras que palabras, quizá los que creemos en lo auténtico estamos más equivocados.
Hay que saber disfrutar sin dejar de ser crítico, convertirnos en amargados reveladores de máscaras tampoco parece ser un porvenir muy reconfortante.
Mientras no atente contra la justicia social habrá que alegrarse con la película que cada uno se monta. ¿Quién puede demostrarse a sí mismo que su vida no es un cuento inventado para sobrevivir?.
Enhorabuena a aquellos que la celebración de San Valentín le sirva para tener un bonito día con su pareja y que les dure.
Carnavales, San Valentín,? Cada uno con sus días especiales que no tienen por qué coincidir con los señalados en el calendario para todos.
Últimamente no me atrevo a aconsejar a nadie que se quite la máscara, bueno más bien no me siento con autoridad moral de aconsejar. Sigamos adelante con uno u otro disfraz pero aspirando a ser mejores compañeros de viaje para aquellos más desfavorecidos.