Feliz como una perdiz se mostró ayer el veterano Juan José Lucas, al ser designado presidente de la Comisión Constitucional del Senado, puesto en principio estaba reservado a Rita Barberá, ese "icono del PP" (Cospedal dijo) caído en desgracia tras el penúltimo escándalo de corrupción aflorado en Valencia.
Aunque el complemento económico que conlleva una presidencia de comisión (1.431 euros mensuales) queda lejos de los 3.950 extras que tenía asignado su anterior cargo de vicepresidente primero de la Cámara, institucionalmente Lucas se ha visto resarcido, ya que la Constitución es sin duda la comisión de mayor peso político de las 24 que existen en el Senado.
Con ello son seis los senadores elegidos en Castilla y León que presiden una comisión en el Senado. Los "noveles" Gonzalo Robles y Sebastián González se han hecho cargo de las de Asuntos Iberoamericanos e Interior, respectivamente; Carmen Aragón preside la de Sanidad, Alberto Gutiérrez Alberca la de Cultura y Paloma Sanz Jerónimo la de Suplicatorios (a ésta última a lo peor le proporciona trabajo la ex alcaldesa de Valencia). Sumado el complemento de 1.431 euros al salario base de 2.813 y a la "indemnización" de 1.822 asignada a todos los senadores de provincias, la retribución bruta mensual de los citados se sitúa por encima de los 6.000 euros mensuales.
Por el contrario, en el Congreso de los Diputados tan solo dos presidencias de comisión han recaído sobre diputados elegidos en Castilla y León. Una de ellas es la de Asuntos Exteriores, en la que recalado el ex presidente dela Cámara, el soriano Jesús Posada. La otra es la de Justicia y ha correspondido al abulense Pedro J. Muñoz, quien se incorpora así al "club de los 6.000", pasando a ser el diputado socialista de esta comunidad con mayor rango institucional en el Congreso. Muñoz, a la sazón alcalde de Cebreros, supera en ese escalafón a la antigua portavoz del grupo socialista, Soraya Rodríguez, ahora vicepresidenta primera de la Comisión Constitucional y portavoz adjunta de la de Exteriores.