Sí, lo es. Y si lo piensas con un poco más de sentido común más increíble te parece todavía. Y sin embargo es así. Te explico.
En plena vorágine política vienen ahora unos cuantos y se empeñan en mirar lejos y nos hablan del hambre y de la injusticia en el mundo. Increíble. Como si no tuviéramos ya aquí, a la puerta misma de casa, en nuestro mismo portal, aparcados un día y otro y hasta en doble fila, problemas graves que no sabemos en qué dirección ni hasta dónde nos van a llevar. Esto sí que es preocupante.
Con miles de parados intentando vanamente encontrar medio trabajo ahora pretenden que nos preocupemos de la situación, dicen que extrema, de lejanas gentes desconocidas, sin rostro y sin nombre. Parece demasiado con la que está cayendo aquí en estos mismos días y desde hace tiempo. Increíble pretensión la de pretender impresionarnos con pretendidas historias de emergencia humana. Tampoco lo nuestro admite más espera y bien se ve ya cómo andamos. No estamos para historias. Para emergencia, lo nuestro.
Y bien mirado lo que ahora toca es defendernos. Si seguimos haciéndonos los buenos y nos empeñamos en mantener un corazón sensible y la casa abierta para acoger a todo el que llegue, pronto llegará el día (por cierto, ¿has leído la novela francesa Sumisión? Pues léela, está en Anagrama, y ya me dirás) en que nuestros hijos ?no nuestros nietos, no, nuestros hijos- tendrán que marcharse. Por eso resulta increíble venir ahora con cifras de lejos y apremios de quién sabe dónde pidiendo misericordia y compasión. Ni aunque fuera de justicia, que también dicen que lo es, sería cosa lógica. De sumisión nada y de ayuda menos.
Y por si fuera poco estos mismos, organizados y unidos a su modo, quieren que nos reunamos para hacer una Oración, así la llaman, cada hora, bueno creo que es cada media hora, a lo largo y ancho del próximo viernes, día 12, en la capilla de las Jesuitinas de la calle Zamora. Esto es la guinda del pastel, no les basta con pedirnos atención y sentimiento ante problemas del otro mundo del Sur y hasta les parece poco que les entreguemos nuestro dinero, eso piden, para financiar no sé qué proyectos de casi todo en 60 países, pobres dicen ellos, sino que además ahora quieren que encima recemos ante esa situación de lejos y ante nuestra, así dicen, indiferencia. Increíble. Dos veces increíble. De todas formas insisten tanto y de tantas formas, que yo mismo acabo haciéndoles algo de caso?.
Y para acabar cuadrando la cuenta dicen que nuestro nivel de gasto y nuestras formas de consumir son malsanas y tenemos que cambiarlas para frenar los efectos nocivos y esto, dicen, tanto en las cifras de desperdicio alimentario como en los hábitos de existencia que parece que mantenemos en el mundo occidental, tan soberbio él y tan acaparador como si el planeta fuera sólo nuestro. Que en esto tienen algo de razón y se lo digo yo en casa de vez en cuando, aunque cuando lo recuerdo me miran raro y nadie me hace caso. Y también les parece increíble que haya que cuidar el planeta y sobre todo a los que viven y vivimos en él. Y en esto opino yo que aunque parezca increíble, es del todo cierto, porque este desaforado saqueo de cosas por parte de unos y la miseria mortal en otros no puede ser que sea cosa buena.
Pensándolo bien, todo esto que dicen yo lo veía bastante claro cuando hace años andaba un poco en las cosas de la iglesia, porque en el evangelio con lo de Jesús y sus palabras quedaba claro eso de la austeridad y hasta lo del ayuno ?sí, hablaba del ayuno y de abstenerse de cosas para compartir más y para no ser esclavo de nada- y recuerdo que yo intentaba vivir de otra manera y veía con otros ojos todo esto que he dicho. Pero fui dejando a un lado y cada vez más todo eso de la religión y me acabé desentendiendo de aquel mundo del prójimo y de compartir con los más últimos del mundo aunque no los conocieras. Y entonces me parecía razonable y hasta cosa hermosa, pero ahora no le veo el sentido y es cosa olvidada. Y más según está la vida.
De todas formas aunque hoy no tengo cuerpo para estas cosas y ni el tiempo me lo permite, a ver si un buen día me informo un poco de todo eso y aunque sólo sea por cierta curiosidad, que no sé si se me nota, pero se me va despertando, me entero algo mejor de qué y cómo y por qué y quiénes y para qué. Y es que puede parecer increíble, pero nunca se sabe?