CANTALPINO | Niños y adultos se disponen a vivir un fin de semana con media docena de actos programados
En los próximos días se celebrará la festividad de los quintos y las mujeres honrarán a Santa Águeda, aperitivo del Carnaval que comenzará el domingo.
La celebración de los quintos, que se vive en tres días intensos, comienza con el reparto de chocolate por el pueblo y la recogida de la leña. Entrada la noche, quintos y quintas -el turno este año es para los nacidos en 1997- continúan la fiesta por las calles del pueblo, arrastrando bidones que previamente han preparado, introduciendo en ellos piedras, con el fin de hacerse sentir antes de ataviarse con un 'traje' de cintas que padres, familiares y amigos se encargan de preparar para esta ansiada fiesta.
El sábado, a las 17:00 horas, tendrá lugar la 'corrida de los gallos' que se cuelgan de una soga y los quintos deben tirar de ellos a lomos de un burro. Ambos días, los mozos y mozas recorren los bares para culminar la celebración en la discoteca.
El domingo a las 13:00 horas se celebrará la misa en honor a San Blas, con procesión incluida. La amarga despedida llegará en la madrugada del lunes, momento en el que se entrega 'la bota' a los nacidos en 1998, que serán los próximos quintos de la localidad.
Pero haciendo un guiño al pasado, algunos manuscritos relatan la proveniencia de esta tradicional fiesta. Para ello, hay que remontarse a la época de Carlos III -siglo XVIII- en cuyas Ordenanzas Militares explicaba que uno de cada cinco mozos (un quinto) estaba obligado a trabajar para el Rey, y la asignación se realizaba mediante sorteo. Los elegidos deberían dedicarse única y exclusivamente a dicha tarea, es decir, al servicio militar por un tiempo mínimo de 8 años. Esta fue una de las medidas del gobierno de Carlos III, genuino del Despotismo Ilustrado en España, aunque fue un fenómeno extendido por Europa como reafirmación del poder absoluto de la monarquía.
Francisco Engelmo Ruano, nacido en 1919, es uno de los vecinos de la localidad más longevos y que guarda un excelente estado de salud. Recuerda la época en la que él 'entraba en quinta', pero debido a las condiciones en las que estaba sumida España "no hicimos ninguna celebración. En España había una guerra", apunta, que no es otra que la Guerra Civil de 1936 y que vivió en primera persona. Aunque -cuenta- varios de ellos comenzaron el servicio militar en abril de 1938.
Estas ordenanzas quedaron obsoletas hace decenas de años pero, de forma indirecta, han influido en las tradiciones de nuestra provincia, siendo la fiesta de los quintos una de las más arraigadas en ésta y otras localidades.
Por su parte, las águedas celebrarán su propia eucaristía y procesión el jueves por la tarde. Al día siguiente la madrina recogerá el bastón de mando en el Ayuntamiento. Contarán con una alborada por las calles del pueblo y quemarán a 'Decio' (emperador que ordenó cortar los pechos a la Virgen a la que festejan), un muñeco de paja que representa una mofa al sexo masculino como forma de protesta y de superioridad que ostentan el 5 de febrero.
Esta tradición de quemar al 'pelele' también se celebra en otras localidad de la provincia, como Ledrada o Sobradillo, pero está especialmente enraizada en Segovia; la más típica es la de Zamarramala -declarada de Interés Turístico Nacional- y otras como Cantimpalos, Abades o Pozuelos de Eresma.
En cuanto al carnaval, hay dos actividades programadas: el domingo tendrá lugar un pasacalles de disfraces, que dará comienzo a las 18:00 horas con recorrido por calles y bares del pueblo. Por otra parte, la Asociación de Padres y Madres de Alumnos del Colegio Eusebia Palomino ha organizado una quedada en el Teatro Municipal, lugar en el que se realizarán actividades y talleres, así como una chocolatada.
David Martín Pinto
HOJA DE RUTA FESTIVA
Elena Sánchez